Son muchísimas las razones por las que necesitamos ir al espacio, pero no debemos olvidar que debemos ir de la forma más segura, eficiente y económica que sea posible. La reutilización de equipo es fundamental, y quien se encuentra trabajando duro en ello es SpaceX, continuando su serie de pruebas sobre el cohete Grasshopper. La última vez que hablamos sobre este cohete VTVL fue durante su demostración en diciembre pasado, pero ha registrado tres eventos más desde entonces. El último fue a mediados de junio, y Grasshopper logró quebrar sus registros previos, tanto de altura como de tiempo en el aire.
Todavía estoy procesando las imágenes del incidente que llevó a la pérdida del cohete Proton-M y tres satélites GLONASS. Y aunque estamos felices por el hecho de que nadie salió lastimado, se esfumaron más de 200 millones de dólares en diecisiete segundos, un detalle que perjudica a cualquier programa espacial. Es una forma muy dura de recordar que nuestra tecnología debe seguir madurando, algo particularmente complicado cuando los recortes de presupuesto y la falta de interés de los gobiernos de turno es más que evidente.
Mientras tanto, la industria privada continúa con sus proyectos, y eso nos lleva una vez más al territorio de SpaceX, con nuevas pruebas sobre el cohete Grasshopper. Sabemos bien que Grasshopper es apenas una demostración técnica, destinada a instalar las bases para el desarrollo avanzado de la serie Falcon. Sin embargo, las pruebas de Grasshopper tienen un impacto visual impresionante, lo que queda nuevamente en evidencia a través de su último vídeo:
El lanzamiento se llevó a cabo el pasado 14 de junio, en las instalaciones de desarrollo que SpaceX posee en Texas. Con esta prueba, el Grasshopper alcanzó una altura de 325 metros, manteniéndose en el aire por 68 segundos. Estos números superan a las dos marcas de 250 metros y 61 segundos, registradas el pasado 17 de abril. Otro aspecto que debemos observar de cerca es el aterrizaje del Grasshopper.
Gracias a la instalación de nuevos sensores de navegación, el Grasshopper logra posarse sobre el suelo con mucha más suavidad y precisión de la que se pudo apreciar en eventos previos. Lo que sigue en la lista de SpaceX es el lanzamiento de la versión 1.1 de su Falcon 9 en septiembre. Será el primer lanzamiento para esta “versión” (Falcon 9 tiene cinco lanzamientos hasta la fecha), y llevará un satélite para un cliente externo (el CASSIOPE, para la Agencia Espacial Canadiense). No olvidemos que Falcon 9 tiene algo así como una “mancha” en su expediente con satélites (el Orbcomm-OG2), por lo que estaremos observando de cerca.