Las relaciones sociales son bastante más frágiles de lo que se cree, y si hay un momento de vulnerabilidad absoluta, este se da en la primera vez que dos personas entran en contacto sensorial. Como por naturaleza el aroma es fundamental para las relaciones incipientes, un grupo de investigadores ha inventado Sound Perfume, unas gafas sociales que emiten el perfume y el sonido característico de la persona con la que te encuentres para que nunca olvides esa primera cita.
Aquí hay olor a invento japonés. Excelente deducción. La extraña vida social, las refracciones psicológicas y la inventiva exasperada de los japoneses le ha dado al mundo entero todo tipo de inventos que rozan el absurdo y que te dejan pensando durante un rato si ellos son exagerados o quien está limitado eres tú. Las gafas Sound Perfume son sólo una prueba más de esta capacidad de llevar a cabo las ideas, y más allá de lo ridículo que pueda parecer, la propuesta del equipo de investigadores de la Universidad Keio de Tokyo se funda en investigaciones científicas sobre cómo el contacto físico con extraños y la creación de relaciones firmes es motivada por una primera impresión positiva, donde los aromas y los sonidos cumplen roles fundamentales. ¿Pero cómo actúan? Después del vídeo te lo contamos.
Las gafas Sound Perfume contienen, además de un horrible diseño digno de una película de ciencia ficción B de los 70, un auricular que te susurrará al oído el sonido característico de tu acompañante. Además, expelerá el aroma que esta persona haya seleccionado como el que le represente más. De esta manera podrás saber más sobre la persona en cuestión y ambientar esos primeros encuentros tan incómodos. Para realizar esta ambientación, el dispositivo de tu par de gafas se comunica vía bluetooth con la aplicación de Sound Perfume en tu teléfono inteligente y desde ahí toma la información para, con ondas de calor de hasta 46º y esencias, emitir el sonido y aroma particular que quien tienes enfrente programó en su dispositivo para que le conozcan. Lo mismo sucederá desde la otra parte, por lo que tendrás que escoger los sonidos y aromas que más te representen (o no) para dar una buena impresión.
Además de tu sustituto de desodorante y tu canción personal, la aplicación en el móvil de cada uno de los usuarios enviará el nombre y número de contacto al otro par de gafas. Esta información, así como los sonidos y perfumes, quedarán guardados en tu smartphone, listos para revivirlos en cuanto tú lo desees a través de un botón. Esto sucederá cuando te tomes una fotografía con el móvil mientras ambos tú y él/ella posan con las gafas puestas. La conectividad física es lo que importa, y con la activación de nuestro perfil musical y aromático, los usuarios de gafas Sound Perfume que anden por la zona podrán ver en su móvil una indicación sobre que alguien con los mismos problemas psicológicos y mal gusto por las gafas anda cerca y quiere conocernos.
A pesar de lo gracioso y ridículo que pueda parecer para la conquista amorosa (pues por cada espécimen que te pueda prestar atención por tener sus mismas gafas, millones te ignorarán aún más por llevarlas), el sistema de Sound Perfume podría, como otros tantos inventos japoneses, transformarse en un modelo de lo que se busca para la experimentación multisensorial con televisores, videojuegos y cine. Así que si los investigadores no se enamoran de la próxima chica de gafas, tal vez puedan ver algún horizonte de comercialización por ese lado.
