Las grandes ciudades ofrecen disponibilidad de transporte, lugares para comer, trabajar, estudiar y comprar, pero el costo de la comodidad moderna es la contaminación visual, la sonora y la presión psíquica de la vida rápida y del ajetreo constante. Contra lo otro no se puede hacer mucho en el corto plazo, pero para superar parcialmente la polución sonora puedes utilizar Sono, un dispositivo de cancelación de sonido que ofrece una insonorización portátil para ventanas.
Uno de los problemas con los que he convivido desde mi adolescencia es la cantidad de ruido que se mete por mi ventana al vivir cerca de avenidas. Si esto ya es una molestia para estudiar o para meramente estar en tu casa, cuando te dedicas parcialmente a la música, las bocinas, las frenadas y el rumiar constante de los motores no son para nada armoniosos. La forma de solucionar el problema es mudándose, aunque también se puede gastar una fortuna en insonorización de la habitación, ya sea con paneles especiales adhesivos o con ventanas con cancelación de sonido. Ahora hay un concepto llamado Sono que ofrece supresión de ruido o insonorización portátil para ventanas con un diseño muy particular.
El dispositivo sigue siendo sólo un prototipo, pero funciona casi exactamente igual que el módulo de cancelación activa de ruido que encontrarías en un par de auriculares de alta gama. Se utiliza un micrófono para captar los sonidos entrantes y se transmiten los sonidos de la misma frecuencia y longitud de onda, pero 180 grados fuera de fase. Cuando estas ondas sonoras salientes chocan con las entrantes, se cancelan las unas alas otras, así que el ruido que llegó a tu ventana desapareció casi completamente en un instante. Sono funciona como un artilugio montable, así que la insonorización es portátil y puedes usarlo en varias habitaciones con tan solo transportarlo.
A pesar de que hasta este momento yo ya les podría decir Shut up and take my money!, el dispositivo Sono ofrece dos características más. La primera es que tiene un filtro inteligente con el cualquier se puede especificar qué rango de ondas se quieren bloquear, por si quieres nos escuchar el tránsito pero sí a los pajaritos cantar. La segunda propiedad es la de servir como una “antena de energía”, ya que recopila actividad electromagnética y la convierte para usarla como energía propia, alimentando su propia batería interna. Sí, una genialidad. Por último vale decir que el dispositivo es todavía un prototipo y que poco se sabe sobre su fecha de finalización, aunque actualmente es finalista en un concurso de inventos llamado James Dyson Awards que financiará al ganador para acelerar su desarrollo.