Algunos de los sonidos más memorables del cine son producto de la espontaneidad. Desde un técnico grabando la risa de su hija de tres años hasta un viejo ventilador que hace ruidos extraños, todo puede convertirse en una pieza única con el tratamiento correcto. Al mismo tiempo, existe un alto grado de improvisación en la creación de efectos sonoros. El artista de Foley y diseñador de sonido Matt Davies decidió compartir sus trucos al momento de crear material para películas de zombies, que se reducen a aplastar y retorcer frutas, verduras, trozos de carne o toallas mojadas.
Si tenemos que colocar a dos sonidos por arriba del resto en toda la saga Star Wars, es difícil ir más allá de la respiración de Darth Vader y los sables de luz (aunque las expresiones de R2-D2 y los blasters quedan muy cerca). En todos los casos intervino nada menos que Ben Burtt, una verdadera leyenda en el diseño de sonido. El primero lo logró respirando él mismo en un regulador de buceo, mientras que el segundo está basado en los motores de viejos proyectores y la interferencia de un televisor. Así es: No hay nada muy sofisticado detrás de esos sonidos, y su origen electrónico hace que encajen a la perfección. Ahora, ¿qué sucede cuando se necesitan sonidos más «orgánicos» por así decirlo? Me refiero a cosas como zombies comiendo cerebros y destripando cadáveres…
El artista de Foley y diseñador de sonido Matt Davies nos enseña que todo comienza visitando el mercado. Necesitarás muchos tomates, un par de pimientos, y una sandía. También es buena idea sumar un poco de carne cruda, en especial el pollo. Devorar un tomate de manera salvaje reproduce una excelente mordida de zombie, y el pimiento aplastado básicamente suena como un cráneo que se rompe. Toda película de zombies requiere entrañas colgando o desparramadas en el suelo, y ahí es cuando intervienen el pollo crudo o las toallas mojadas. Hasta un perro entretenido con su hueso sirve como fuente sonora para un hambre perturbador y primordial.
En resumen, el costo de los materiales puede ser muy bajo (de hecho, la prioridad del Studio Unknown donde se encuentra Davies es maximizar el presupuesto de sus clientes), sin embargo, todo sonido necesitará un poco de ayuda antes de alcanzar su versión final. Lamentablemente, Davies no comparte ningún detalle sobre los micrófonos o el software que utiliza en su trabajo, pero esperamos que lo haga en el futuro.
