Lisandro Pardo
No son pocos los que creen que debes saber música para poder hacerla, pero esa declaración pierde fuerza una vez que observamos el funcionamiento ciertas herramientas que nos permiten experimentar «al vuelo», creando bucles, combinando sonidos, cometiendo errores, y en muchas ocasiones, terminar satisfechos con ellos. Una de esas herramientas es Song Maker, nuevo experimento de Google que se suma al popular Chrome Music Lab.
Nuestro artículo original sobre el Chrome Music Lab se remonta al mes de su lanzamiento, marzo de 2016. Han pasado dos años desde entonces, y nos alegra saber que además de seguir allí, este laboratorio musical continúa sumando recursos para que cualquier usuario, sin importar en dónde se encuentre o el dispositivo que tenga a su alcance, pueda mojarse los pies y comenzar a hacer música. Obviamente, la oferta del Chrome Music Lab no está a la par de herramientas más avanzadas, pero uno de sus objetivos es (en cierto modo) democratizar el acceso a la creación de música, y suavizar la curva de aprendizaje. La última novedad del laboratorio, es el secuenciador Song Maker.
Marimba, piano, cuerdas, viento y sintetizador son los cinco instrumentos principales en Song Maker, mientras que el ritmo puede ser electrónico, en bloques, estilo conga, o sonar como una batería tradicional. Song Maker también cuenta con soporte para conectar un teclado MIDI, o recibir audio de un micrófono. Admito que las opciones avanzadas requieren un poco de conocimiento previo, pero la facilidad de uso de su interfaz debería compensar cualquier deficiencia. Una vez que la canción está terminada presionamos Save, y Song Maker generará un código URL que podemos compartir en cualquier parte.
Song Maker no requiere cuenta de usuario, no tiene dependencias externas, y ni siquiera es necesario usar Google Chrome (funciona de maravillas en Firefox). En el futuro sería interesante que Google habilite una opción para descargar las canciones en formato WAV o MP3, de modo tal que el usuario pueda sumarlas a un editor de audio tradicional y combinarlas con otros proyectos personales, pero este es un gran primer paso.
