Si uno lo piensa, no deja de ser gracioso. Miles de millones de dólares fueron gastados para que Phoenix pudiese llegar a Marte y así confirmar la existencia de agua (detectada, pero no confirmada, por Spirit y Opportunity, hace cuatro años). Pero si lo que querían en la NASA era saber, se hubiesen ahorrado unos cuantos dólares con solo preguntarle a la sonda Mars Reconnaissance Orbiter (MRO). Ella solita, orbitando el Planeta Rojo, encontró inmensos glaciares debajo de la superficie. ¿¡Quién se apunta para la primera colonia!?
Con Phoenix fuera de combate, ninguno de nosotros esperaba más noticias de Marte, al menos por un tiempo. ¡Pero qué equivocados que estábamos! Es que no contábamos con la sonda MRO (Mars Reconnaissance Orbiter). Ayer, la MRO le robó un poco de gloria a su amigo robot, al descubrir inmensos glaciares bajo la superficie del Planeta Rojo. Y no es la primera vez que la MRO hace un descubrimiento importante. En Julio del año en curso detectó que el agua no era algo que el planeta desconociera por completo.
Es cierto que Phoenix no solo encontró agua, sino que también envió análisis de las muestras a la Tierra. Y, aunque bajo ningún punto de vista el trabajo del robot fue en vano, queda un tanto eclipsado por el descubrimiento de la MRO.
¿Qué significa que haya descomunales glaciares debajo del suelo marciano? Contesta John W. Holt, autor del reporte publicado en la revista Science: “En total, estos glaciares casi seguro representan el mayor reservorio de agua congelada en Marte, fuera de los polos. Solo uno de los glaciares es más grande que la ciudad de Los Ángeles y tiene más de una milla de ancho. Y hay muchos más. Además del valor científico, estos podrían proveer de una fuente de agua para apoyar a las futuras misiones a Marte.”
Lo que John está diciendo es que los futuros astronautas (o colonizadores) podrían usar estos glaciares como fuente de agua potable. Y estamos seguros que si se les da a elegir entre beber sus propios orines o agua congelada, siempre se van a decantar por lo último. Esto, además, es un paso de vital importancia hacia la futura colonización del planeta. Grandes extensiones de estos reservorios están a solo tres metros del suelo, por lo que la extracción del preciado líquido no debería ser problema para los primeros colonos. Lo que más importante, sin embargo, es que estos glaciares subterráneos podrían tener algún tipo de vida, aunque sea en una etapa primordial (¡nunca se pierden las esperanzas!).
Definitivamente, este año estuvo dominado por los avances en la conquista del espacio. Y aunque todavía quedan millones de cosas que resolver en la Tierra, es alentador saber que, si todo estalla de un día para otro, hay un planeta capaz de albergarnos (muy a su pesar, imaginamos).