Fumata blanca. Ya tienen la respuesta a la piratería. El lobby cultural propone en firme reducir el ancho de banda de los internautas que descarguen archivos mediante P2P. Así lo ha dicho el presidente de la “Coalición”, la entidad que engloba a todos los defensores de los derechos de autor. No te cortarán Internet, como hacen los franceses, pero convertirán tu línea en una vía muerta en cuanto uses los programas P2P.
Nos preguntamos hasta que punto son conscientes las operadoras de la debacle que se les viene encima. Las empresas de acceso a Internet se negaban en redondo a desconectar a los usuarios que usaran P2P porque lo consideraban demencial, tanto jurídicamente como en cuanto a la respuesta de los clientes. La parte de la industria de contenidos se mantenía enrocada en su postura de crear un sistema parecido al francés, donde al tercer aviso, te dejan sin línea y pagando la conexión. Tras permanecer mucho tiempo bloqueados en ese conflicto de intereses, la “Coalición” ha hablado: ceden en sus pretensiones y ahora dicen que el sistema que planteaban las operadoras puede ser factible tal y como lo definieron.
Así pues, Aldo Olcese, presidente de la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos, se pliega a los requerimientos de la otra parte y declara abiertamente que les parece un buen plan el reducir la velocidad de los internautas que utilicen el P2P para intercambiar archivos. ( Y todos, dándose besos de júbilo y bailando sin parar, se abrazaron tan contentos). Paradójicamente, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha asegurado desde Lisboa que no habrá "ningún tipo de restricción en el uso de Internet porque se ha convertido en un medio de difusión necesario y fundamental para todos en nuestro día a día".
Disminuir el ancho de banda no supone tanto impedimento jurídico como la desconexión y técnicamente resulta muy sencillo controlar los márgenes de conexión. Además, con esta medida, las ISP no pierden dinero pues el cliente sigue pagando por su línea aunque le reduzcan la velocidad. Dicho de otro modo, que si usas programas P2P para descargar archivos protegidos (¿cómo harán para conseguir identificarlos?) tu compañía te capa la conexión hasta que te aburras de ver el marcador de kilobytes a unas cifras que no recordabas ni de cuando tenías modem. Y, sobre todo, te bajarán la velocidad de subida (si es que se pudiera reducir más, que ya es difícil) para que de esta manera no puedas “inyectar” archivos en la red de manera masiva.
Tranquilo, se trata de una medida temporal. En cuanto dejes de usar los programas de P2P, se restablecerá la velocidad habitual de tu línea. Y mientras tanto, pagarás tu ADSL como siempre y no podrás protestar por este aberrante incumplimiento de contrato. Las compañías de telecomunicaciones lo tienen tan sencillo como cambiar las condiciones en letra pequeña y añadir las nuevas cláusulas de conexión. De esta manera, tu te tragas un ADLS caro, lento, feo y malo. Y con el agravante de que el canon sigue generando ingresos para la SGAE aunque tu no puedas descargar contenidos. Jugada maestra.
El lobby cultural no quiere aplicar las restrictivas medidas que se han impuesto los franceses, pero la alternativa se parece tanto que casi no logramos distinguirla. Si te reducen a cero la velocidad de la conexión ¿qué diferencia hay con que te la corten? Y la siguiente pregunta que se hacen los internautas no tarda en aparecer en escena: ¿para que demonios quiero yo tantos megas si no puedo intercambiar archivos?. Suponemos que para leer el correo y navegar por Internet no se necesitan enormes anchos de banda. De todos modos, la esperanza se mantiene viva en la figura de Jazztel, única operadora que no ha firmado nada con Redtel (agrupación de ISP que apoyan este sistema).
Si realmente llevan a cabo esta disparatada medida, Jazztel se puede encontrar de la noche a la mañana con una migración histórica de clientes. Máxime cuando el gobierno ha aprobado una ley que facilita las bajas en las líneas de Internet y agilizan enormemente el proceso (las operadoras tienen ahora 2 días para gestionar el cambio). La única manera de impedir que la operadora disidente se haga con la desbandada de clientes de Redtel sería legislando a favor de la medida y obligando a todos a cumplirla, pero eso parece muy lejano, por mucho que presione la Coalición.
No sabemos si las operadoras anunciarán a bombo y platillo el inicio de las hostilidades o preferirán atacar a los internautas por la espalda y sin hacer ruido. Lo que está claro es que los usuarios no se van a quedar con los brazos cruzados. Mientras tanto, Jazztel permanece agazapada en su cubil, esperando a ver quien es el insensato que asoma la nariz a tirar la primera piedra para arrancarle la mano sin contemplaciones.
