En busca de ayudar a todas las personas del mundo que no tienen acceso a agua potable, el estudiante Jonathan Liow creó la SolarBall, un dispositivo capaz de limpiar hasta tres litros de agua y, utilizando energía solar, hacer agua potable. Su idea siempre fue ayudar a los necesitados, pero probablemente nunca pensó que su invención ganaría varios premios y le valdría un empleo como diseñador de productos en una empresa australiana.
Aunque nosotros disfrutemos de agua potable a diario, no quiere decir que en todo el mundo sea así. Jonathan Liow, un graduado de la Universidad Monash, es consciente de esta necesidad y tomó su experiencia en Camboya para crear una manera simple, económica y eficaz de potabilizar agua. El resultado, fue la SolarBall (Bola Solar), un dispositivo portátil capaz de producir hasta tres litros de agua potable.
Liow explica: “Después de visitar Camboya en 2008, y ver la inmensa falta de productos que nosotros damos por hecho, me inspiro para usar mi habilidad en diseño para ayudar a otros.” Y qué mejor momento para ayudar a otros y demostrar todo su potencial como su proyecto final para la licenciatura en Diseño Industrial en la Universidad. Gracias a su creación, Liow se aseguró un empleo como diseñador de productos en Kincrome, una compañía australiana que se encarga de crear equipos y herramientas.
Podríamos tildar el diseño como brillante, pero su funcionamiento es bastante simple. Primero se guarda el agua dentro de la esfera, esta absorbe la luz del sol y produce que una parte del agua se evapore, separando los elementos contaminantes del agua y condensando el agua limpia para luego ser consumida. Y su construcción comparte la misma mentalidad de ser simple y económico, así también como durable, con una construcción capaz de soportar todo tipo de climas, ya sea para zonas cálidas o frías.
Después de visitar Camboya en 2008, y ver la inmensa falta de productos que nosotros damos por hecho, me inspiro para usar mi habilidad en diseño para ayudar a otros.”
Alrededor del mundo miles de personas consumen agua contaminada, algo que puede evitarse fácilmente con dispositivos como el que hizo el joven Liow. El mismo dispositivo que fue nombrado finalista del premio australiano, James Dyson, al mejor diseño. Y en Abril tiene una cita en Italia para ser exhibido en la Feria de Diseño Internacional en Milán. Pero además de felicitar a su creador, el próximo paso sería hacérselo llegar a los 900 millones de personas que no tienen acceso a agua limpia.