Varias películas nos han presentado a diferentes coches y camionetas haciendo uso de las vías del tren. Desplazarse por algunas ciudades es una verdadera pesadilla, y más de un conductor ha soñado con imitar a un tren y seguir su ruta. Bueno… la gente de Smart decidió hacer realidad a ese sueño. Tomaron a uno de sus super-compactos Forfour, modificaron sus ruedas y su chasis, tramitaron todos los permisos necesarios, y lo convirtieron en el proyecto Smart ForRail. No, no van a venderlo.
Lo que a simple vista parece una idea loca extraída de un dibujo animado o una película, en realidad ha atravesado amplias etapas de investigación en el pasado. Colocar a un vehículo tradicional en las vías del tren es un proceso complejo, aunque no necesariamente imposible. Existen ejemplos como el Schi-Stra-Bus, que fue utilizado como medio de transporte público a mediados del siglo pasado, y después existen alteraciones que elevan las ruedas delanteras, o bloquean temporalmente la dirección para evitar un descarrilamiento. El punto es que cuando un embotellamiento entra en su pico máximo, a más de uno le encantaría poder tomar una atajo por las vías y seguir su camino.
Pequeño «fast forward» al Goodwood Festival of Speed, uno de los festivales automovilísticos más importantes en el Reino Unido. Decenas de miles de fans se reúnen allí para disfrutar de las actividades, lo que causa algunos problemas de tráfico. En ese punto es cuando la gente de Smart interviene con su Smart ForRail, un proyecto que probablemente haya dado forma al tren más compacto del mundo. A simple vista se trata de un Smart Forfour como cualquier otro, pero necesitó de múltiples modificaciones para poder ser colocado sobre las vías, incluyendo un bloqueo total de la dirección, refuerzos en los ejes, y el uso de cuatro ruedas de acero que añaden más de 300 kilogramos al coche. La velocidad durante todo el trayecto fue relativamente baja (32 kilómetros por hora), y Smart necesitó de varios permisos antes de realizar este experimento… pero funcionó a la perfección.
Tal y como lo indican en el vídeo, Smart no tiene ningún plan serio de llevar el ForRail al mercado ni nada parecido. El coche demandó muchos cambios para que sea seguro «y» se lo autorice a desplazarse por las vías del tren, aunque eso no cambia el hecho de que como maniobra de promoción, Smart logró presentar algo diferente a lo que estábamos acostumbrados. Diferente… pero no único. Después de todo, la comparación con un par de episodios de Top Gear, es inevitable.