Hoy en día transportar objetos pesados es una misión muy compleja. Por lo general, es necesario dividir el objeto en partes y ensamblarlo una vez que se llega a destino. Sin embargo, la firma australiana Skylifter, está trabajando en un vehículo del mismo nombre, que tendrá forma de plato volador y podrá cargar 150 toneladas por casi 2.000 kilómetros de distancia. La compañía afirma que el Skylifter sería capaz de transportar un edificio o un crucero de lujo.
La próxima vez que veas un objeto redondeado volando por los aires, no saques conclusiones apresuradamente, porque puedes confundir el futuro Skylifter, diseñado para transportar cargas pesadas por los aires, con un platillo volador. Aunque todavía se encuentra en desarrollo, las primeras imágenes conceptuales muestran que este dispositivo tendrá una forma circular, muy similar a un disco, lo que fácilmente puede ser confundido con un platillo volador.
Pero lejos de cualquier broma (aunque ya veremos cuando se convierta en realidad), el Skylifter está siendo desarrollado por una firma aeronáutica australiana con el objetivo de transportar objetos de mucho peso, con un límite de hasta 150 toneladas. Aunque todavía está lejos de ser terminado, dicen que el dispositivo sería capaz de transportar dicho objeto por casi 2.000 kilómetros de distancia. Y hasta se animaron a afirmar que sería capaz de transportar todo tipo de edificios.
A diferencia de los muchos vehículos voladores que estamos acostumbrados a ver, el Skylifter tendría forma de disco, lo que haría mucho más fácil dirigirlo y transportar cualquier tipo de carga sin importar la dirección del viento. Teniendo en cuenta el peso que podría soportar, el vehículo sería “capaz de transportar desde hospitales rurales hasta cruceros de lujo.” De esta manera el Skylifter podría moverse como un helicóptero, pero sin los problemas que produce el viento sobre esos vehículos.
Por el momento, lo único que existe es una versión de tres metros, llamada Betty, que es controlado remotamente y su propósito es mostrar cómo funcionaría. La firma australiana actualmente trabaja en dos versiones: una de 22 metros, bajo el nombre Betty, que funcionaría sin piloto. La segunda, se llama Lucy, está diseñada para ser piloteada y mediría 149 metros. Está claro que todavía falta mucho para verlo en acción, pero sin dudas suena como una muy buena idea para transportar objetos pesados, de una manera mucho más veloz y eficaz.. Aún así, las medidas de seguridad deberían ser extremadamente estrictas, porque nadie quiere que se le caiga un crucero en la cabeza.