Nico Varonas
En la actualidad, el título de edificio más alto del mundo está atribuido al Burj Khalifa, situado en la casi futurísticamente extraterrestre Dubai. Sin embargo, a final de este año su título será usurpado por el BSC Sky City en Changsha, que a finales de este mes comenzará su construcción y su camino al record de 838 metros de altura y 220 pisos. Siguiendo con los números, en el edificio trabajarán más de 19.000 obreros y será un ejemplo de cómo los componentes de los nuevos edificios se fabricarán en masa y específicamente para los proyectos que se ensamblarán para formarán, en este caso, para construir el edificio más alto del mundo.
Con sus topes haciéndole cosquillas a los pies de la tropósfera, los rascacielos no tienen ese nombre de casualidad. De envergaduras impensadas y con procesos de construcción intensos, los edificios altos quieren ser más altos aún y cada tanto se sabe de algún nuevo record en construcción. Dubai, el centro financiero y turístico de los Emiratos Árabes Unidos, por ahora es el lugar que más rascacielos modernos hospeda, lo que lo ha convertido en una de las ciudades más ricas y costosas del mundo. Allí se encuentra el Burj Khalifa, el edificio que hasta ahora posee el record de mayor altura, con 828m y 201 pisos (163 habitables). Le queda poco a sus años de reinado (2), pues el Sky City planea poner a China en lo alto, con una altura de 838 metros y 220 pisos rascándole la panza al cielo de la ciudad de Changsha.
Una de las principales razones de nuestro asombro ante este edificio es el proceso de construcción, ya que en menos de 1 año lo podremos ver de pie. El secreto parece encontrarse en la producción de sus componentes a escala masiva en fábricas aledañas al lugar de emplazamiento del edificio, donde se construyen pisos enteros que luego se ensamblarán sobre una estructura que se va formando con estos mismos, por lo que se construye el edificio como si fueran piezas de LEGOS. Adicionalmente a la velocidad que se consigue al montar los pisos uno sobre otro con grúas de alcance infinito, los responsables de la construcción del Sky City aseguran que este proceso ahorra energía y es más eficiente que las técnicas convencionales de construcción. En sus entrañas, el Sky City tendrá 220 pisos destinados a departamentos, escuelas, facilidades de recreación y mucho más de lo necesario en una ciudad, reduciendo el uso per cápita de la tierra y la necesidad de moverse del edificio. En este sentido, la eficiencia energética también tiene un impacto positivo.
Con un tratamiento para resistir terremotos de hasta 9 puntos de magnitud, el edificio más alto del mundo obviamente también romperá un record interno, superando al actualmente quinto edificio más alto del mundo y el más alto en China, el Shangai World Financial Center, con 492 metros y 101 pisos habitables. Las razones de su construcción están en el costo que la creciente contaminación China tiene para la construcción de ciudades es un fenómeno que ya ha sido tratado con anterioridad y del que los arquitectos y urbanistas están muy al tanto. Por eso los proyectos como el Sky City están calando hondo en las mentes de los funcionarios políticos y en la población, entendiendo que las ciudades verticales pueden ser una alternativa viable a la contaminación, siempre en complementariedad con la merma de los factores contaminantes.
