Una corporación maligna planea experimentar con una sustancia química que produce anomalías en el funcionamiento del organismo humano. Su máxima responsable, Elexis Sinclair, y su títere de turno, Viktor Radek, serán los principales enemigos de John Blade en este primer capítulo.¿Acaso el nombre de Elexis Sinclair les resultó conocido? Si navegan por nuestras secciones de NeoTeo, descubrirán que no es una chica ordinaria. Para nada. Tanto en su personaje en tres dimensiones, como en su representación en carne y hueso, esta muchacha irradia sensualidad y maldad en iguales proporciones. Pero se lo perdonamos. No importa si planea conquistar al mundo utilizando mutágenos. No nos animamos a llevarle la contra.
El problema es que hay un grupo que sí desea hacerle frente. Su nombre es HardCOPS, y está integrado por John Blade (el protagonista del juego), Jessica Cannon (de la que también existe una “versión” en forma humana) y JC (un experto en sistemas informáticos). Así que deberemos guiar a Blade en su escape de los laboratorios de SinTek –la empresa liderada por Elexis– y encarar, junto a Jessica, el resto del episodio en búsqueda de Viktor Radek. ¿El objetivo? Arruinarles sus malvados planes, por supuesto.
La trama se relaciona con el primer juego, SiN, salido allá por 1999. El mismo que compitió –y quedó bajo la sombra– con Half Life. Allí conocimos a la pulposa señorita Sinclair. En SiN Episodes: Emergence nos demuestra, una vez más, su capacidad de liderazgo y la importancia que tiene en el juego, que va más allá de ser una simple villana.
No hace mucho, aquí en NeoTeo, hicimos un informe sobre Half Life 2: Episode One. En el mismo comentábamos lo espectacular de sus gráficos, gracias a las actualizaciones realizadas sobre el motor Source. Por desgracia, no podemos decir lo mismo sobre la versión modificada que implementó Ritual en Emergence. Todo luce muy similar al Half Life 2 original, lo que no es del todo alentador, considerando que es un juego que está a punto de cumplir dos años de antigüedad. De todas maneras, las críticas recaen más en el poco esfuerzo de Ritual por lograr un aspecto gráfico innovador, que en la apariencia visual del juego en sí. De hecho, tiene cosas muy buenas, como los efectos de distorsión y de fuego… y si, también a Elexis. No te pongas mal, Jessica, pero la morocha se lleva todos los aplausos.
La música parece buena. Por lo menos al principio, en el menú principal. Una vez en la aventura, las melodías son corrientes, poco inspiradas. No sucede lo mismo con las voces, que cumplen su función de manera más que decente, transmitiendo sensaciones y sentimientos creíbles. El resto del audio también se desempeña correctamente, sin nada para rescatar.
Con tanta competencia en el rubro, cualquier FPS (First Person Shooter) que salga a la venta tiene que incorporar algo único, innovador, atractivo. Prey lo hizo, y así le fue: es aclamado por todos lo que se animaron a probarlo. En cambio, Emergence no lo hace. Es verdad, el motor Source disimula un poco la falta de novedades, con secuencias automáticas de explosiones, efectos físicos realistas y la destrucción del escenario en tiempo real. Pero nada de eso es nuevo. Ojo, no estamos diciendo que sea aburrido y pésimamente llevado a cabo, sino que, simplemente, entra en la bolsa que la industria cataloga como “del montón”. Ese título, para un juego con el potencial de SiN, suena decepcionante. Nos apena por Elexis.
¿A qué nos referimos con la falta de originalidad? Basta mencionar con que en Emergence no hay acertijos. Vamos, pulsar un botón no es un acertijo. Accionar un mecanismo tampoco lo es. Hubiera sido mejor algo como lo que vimos en Half Life 2 y en su primera expansión, que requiera el uso de la física. En Emergence, todo se reduce a avanzar, acabar con los enemigos, recargar y seguir avanzando. Cada tanto, aparece una secuencia de video o un dialogo con JC que rompe el esquema, pero sólo dura unos segundos. Entretiene, pero hasta ahí nomás. El hecho de que sea corto previene el aburrimiento por parte del jugador.
Seguimos hablando de la falta de novedades. En el arsenal, disponemos de tres armas principales (cada una con dos modos de disparo) y una complementaria (las infaltables granadas). Las primeras son las clásicas –por no decir “trilladas”– que vemos en el género: la pistola, una escopeta y un fusil de ametralladora. Un botón de acercamiento nos permite apuntar un poco mejor y realizar tiros más certeros, pero de poco sirve –en el fragor de la batalla– quedarse estancado intentando lograr un mejor blanco. En unos segundos estaremos mordiendo el polvo.
Antes de dar nuestras últimas palabras, hay que comentar un grave error que existe en las primeras versiones de Emergence. En un determinado momento, llegamos a vernos cara a cara con Viktor Radek, en una habitación donde nos separa de él una pared de vidrio reforzado. Luego de un breve discurso, se supone que Radek debe salir por una puerta y escaparse en su mini submarino, pero no lo hace. Si les llega a pasar ésto, tienen que grabar la partida justo cuando empieza la charla con él (luego de que se activa el campo de fuerza detrás nuestro), recargarla y rezar para que este error no se aparezca. La otra alternativa es bajarse una actualización desde el sistema Steam que corrige este fallo.
En definitiva, Emergence podría haber sido un mejor juego, pero la realidad lo muestra como uno más. Nuestro único deseo es que no suceda lo mismo con el segundo episodio, del cual todavía no se sabe mucho. Mientras tanto, sólo los más fanáticos de los FPS, aquellos que juegan todo lo que se vea en primera persona, lo van a disfrutar. El resto lo puede dejar pasar sin ningún problema.
Promedio: 72%