La arquitectura ARM, creada en la década de 1980 por Steve Furber, se emplea hoy en la mayor parte de los dispositivos móviles. Furber, que en la actualidad se desempeña como profesor en la Universidad de Manchester, está trabajando en un proyecto que intenta reproducir el funcionamiento del cerebro humano en tiempo real utilizando un superordenador construido con un millón de procesadores ARM. Los chips se conectarán entre sí como lo hacen las neuronas, conformando lo que han denominado “Spiking Neural Network architecture” o SpiNNaker. ¿Tendrán éxito?
Ya hemos perdido la cuenta de las veces en que se ha intentado reproducir el funcionamiento del cerebro humano utilizando un ordenador. En general, se aborda el problema mediante la simulación de un determinado número de neuronas, que al interactuar entre si procesan las señales presentes en la capa que constituye la entrada de datos y entregan otras en la capa de salida. Sin embargo, y a pesar de haberse realizado avances notables en este campo, nunca se ha logrado crear algo que siquiera sea capaz de compararse con ese kilogramo y fracción de tejido vivo que tienes en tu cráneo.
Ahora, el responsable del diseño de la arquitectura ARM en la década de 1980, la misma que utilizan la mayor parte de los microprocesadores empleados en los dispositivos móviles actuales, intentará construir un cerebro a partir de un superordenador basado en un millón de núcleos ARM. Se trata del profesor de la Universidad de Manchester Steve Furber, que junto a su colega Andrew Brown de la Universidad de Southampton ha apostado a esa tecnología para “dar vida” a un cerebro de silicio que tenga la potencia suficiente como para simular el funcionamiento del cerebro humano -o al menos una parte de él-a tiempo real. Nuestro cerebro posee unos 100 mil millones de neuronas que se conectan entre sí mediante más de mil millones de conexiones. A través de estas uniones circulan los impulsos nerviosos, que en el fondo son los responsables de nuestro “poder de cómputo”. La “red neuronal” construida con los micros ARM, a la que sus creadores se refieren como “Spiking Neural Network architecture” o SpiNNaker, tendrá un núcleo por cada neurona simulada.
El dispositivo podrá emular más o menos el 1% de un cerebro completo. Si bien el funcionamiento de una neurona es lo suficientemente simple como para poder ser “emulado” con algo mucho menos poderoso que un microprocesador, la idea de Furber y sus colegas es que las neuronas virtuales de su red sean en realidad mucho más poderosas que las orgánicas, de forma que el poder del cerebro virtual sea -si se comparan entre sí el mismo número de neuronas- mayor al de un cerebro vivo. Este trabajo permitirá a los expertos de otras disciplinas analizar desde otro ángulo el funcionamiento del cerebro, a la vez que supondrá un gran avance en el campo de la inteligencia artificial. El poder de procesamiento de SpiNNaker será enorme. Basta con ver lo que puede hacer un smartphone equipado con uno o dos núcleos ARM para darse una idea de lo que pueden hacer un millón de ellos trabajando codo a codo. Por supuesto, el software que se encargue exprimir su potencial deberá estar a la altura de las circunstancias para que su rendimiento sea el mayor posible.
Este trabajo permitirá a los expertos de otras disciplinas analizar desde otro ángulo el funcionamiento del cerebro, a la vez que supondrá un gran avance en el campo de la inteligencia artificial.
Por su parte, los responsables de ARM están más que entusiasmados con el proyecto. Mike Muller, uno de los fundadores de la empresa y que se encuentra a cargo de los aspectos técnicos de la misma ha dicho que “SpiNNaker intenta recrear un modelo del sistema inteligente mas grande de todos, el cerebro humano. El líder del equipo que lo está llevando a cabo forma parte de la familia ARM, por tanto queremos colaborar con él y con la Universidad de Manchester para impulsar la investigación en el Reino Unido.” No sabemos si lograrán finalmente crear un cerebro que reproduzca fielmente el funcionamiento del nuestro, pero estamos seguros de que este trabajo supondrá un gran avance en esa dirección. ¿No te parece?