Hemos cubierto casi la quinta parte del siglo XXI, y nos encantaría decir que el fantasma de una guerra nuclear ha sido exorcizado… pero no es así. De hecho, el interés por mantener y optimizar arsenales nucleares sigue tan fuerte como siempre, y si tenemos en cuenta la volatilidad global, sólo necesitamos a un par de locos presionando los botones incorrectos para que todo se vaya al diablo. El programa de Ciencia y Seguridad Global de la Universidad de Princeton publicó a «Plan A», una simulación de guerra nuclear a gran escala que detalla las primeras horas de un intercambio atómico, y por supuesto, el número de muertos.
Guerra nuclear. Suena muy «guerra fría», pero la posibilidad de que tengamos una en este siglo es significativa, y tampoco podemos olvidar las cosas que nos acercaron a ella en el pasado. Eventos críticos como la detonación de la bomba del Zar, múltiples pruebas desarrolladas en territorio estadounidense, y la paranoia detrás de la construcción de refugios nucleares son buenos ejemplos. También debemos sumar las dificultades en la alimentación, y la protección de información.
No es casualidad que los superricos compren refugios restaurados o propiedades en islas remotas del globo. Las dudas sobre la estabilidad de nuestra política global jamás desaparecerán por completo, y aquellos que tienen el dinero para hacerlo, bueno… preparan su plan de escape. ¿Qué nos queda a nosotros? Obtener más información, evaluar más escenarios, ejecutar simulaciones. El programa de Ciencia y Seguridad Global de la Universidad de Princeton hizo exactamente eso con su llamado «Plan A», y estos fueron los resultados:
El punto de partida es bajo el contexto de un conflicto convencional no-nuclear. En un intento por detener el avance de la OTAN, Rusia lanza un ataque nuclear de advertencia desde una base cercana a Kaliningrado. La respuesta de la coalición es un ataque aéreo táctico.
Cruzado ese umbral, la guerra táctica nuclear se extiende a toda Europa. Rusia lanza 300 ojivas con aviones y misiles de corto alcance para eliminar bases de OTAN y tropas en movimiento. La respuesta de la OTAN suma 180 ojivas nucleares. 2.6 millones de bajas en tres horas.
Europa quedó esencialmente borrada del mapa. OTAN lanza un nuevo ataque de 600 ojivas desde submarinos y posiciones continentales en los Estados Unidos, con el objetivo de anular la capacidad nuclear rusa. Antes de perder sus armas, Rusia responde con misiles en silos, submarinos, y sistemas móviles. 3.4 millones de bajas en 45 minutos.
La última fase de la simulación explora los intentos por neutralizar la capacidad de recuperación. OTAN y Rusia atacan las 30 ciudades y centros económicos más poblados del enemigo, usando entre cinco y diez ojivas por ciudad, dependiendo de la población exacta. 85.3 millones de bajas en 45 minutos.
91.5 millones en cuatro horas y media. Es necesario destacar que la simulación aplica el concepto de «baja», lo que nos obliga a separar entre 34.1 millones de muertos, y 57.4 millones de heridos. Eso ignora por completo los efectos de la radiación y el fallout, por lo que el número a mediano plazo será mucho mayor. Game over. No hay ganadores. ¿Le gustaría una partida de ajedrez, doctor Falken…?
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¿Y como por que ponen a Rusia como quien inicia con el bombardeo nuclear? ¿ya se les olvido quien lanzo las primeras bombas atomicas en la historia?
Por eso… ahora es el turno de Rusia…
Igual sería menos porque rusia es un desastre, la mitad de los misiles o no despegarian o explotaran dn su silo
por que Rusia esta en rojo ? eso es táctica Psicológica. #Somoslosmalos?.jpg