Cuatro semanas. Eso es exactamente lo que las autoridades obtuvieron tras derribar al portal Silk Road e interrumpir sus operaciones de compraventa. El supuesto Pirata Roberts original podrá estar detenido, pero ya ha aparecido uno nuevo, y Silk Road 2.0 se prepara para hacer de la Deep Web su nuevo imperio.
Imagino que no debe ser un buen momento para las autoridades estadounidenses. Suficientes problemas tienen ya con el “spygate”, pero ahora se suma otro fiasco. Tanto el FBI como el Departamento de Justicia fueron responsables a principios de octubre por el cierre de Silk Road, el servicio de comercio electrónico más importante en la Deep Web, donde era posible adquirir toda clase de artículos, incluyendo drogas y falsificaciones varias. Durante las siguientes cuatro semanas, casi una docena de portales han tratado de cubrir el vacío que dejó Silk Road, sin embargo, eso podría llegar a su fin con la aparición de Silk Road 2.0. Ross William Ulbricht, la persona a que la justicia identificó como el responsable del Silk Road original bajo el seudónimo de “El Pirata Roberts”, continúa detenido después de presentarse en la corte por primera vez, pero alguien más se ha colocado el antifaz (el Pirata Roberts usa antifaz en vez de parche), y el mercado está a pocas horas de funcionar a pleno.
En una especie de comunicado oficial, el nuevo Pirata Roberts agradeció a la comunidad por la paciencia, por el soporte, y por “mantener vivo” el espíritu. Sin embargo, esto no ha sido ninguna clase de trabajo improvisado. De hecho, los foros del Silk Road original siguieron funcionando, y fue allí en donde el nuevo Pirata Roberts describió a Silk Road en los primeros días de octubre no como “un hombre”, sino como “una idea”. Está claro que esa selección de palabras no fue algo casual: La fecha original para el nuevo Silk Road era el 5 de noviembre, “el día de Guy Fawkes”, un detalle que nos dice bastante sobre la mentalidad del flamante pirata. La clave para su éxito no será solamente resistir cualquier acción (ya sea legal o de la competencia), sino también restablecer la confianza tanto de compradores como de vendedores. ¿Cuál fue la respuesta de las autoridades? Obviamente, ya saben que el nuevo sitio está en línea, y las palabras del senador Tom Carper (demócrata, Delaware) han sido dentro de todo lógicas: En vez de “jugar al whack-a-mole” con el nuevo sitio, lo que necesitan es desarrollar nuevas políticas federales que protejan al público “sin sofocar la innovación y el crecimiento económico”. Mientras tanto, el objetivo de Silk Road 2.0 es “duplicar los logros” del sitio original. Ambición no falta…