La empresa Raytheon es uno de laos contratistas militares más grandes de los EE.UU. Ha desarrollado cientos de dispositivos para el gobierno de ese país, incluido el que te mostramos hoy: una especie de TV de plasma que dispara un rayo invisible de microondas, provocando en la victima tal sensación de dolor, que solo intenta correr y esconderse.
Raytheon dispone de más de 80,000 empleados en todo el mundo, y sus ingresos llegan a los 22 mil millones de dólares al año. Todos esos recursos se emplean para diseñar y fabricar distintos tipos de armamentos, desde aeronaves y misiles hasta dispositivos de vigilancia o armas no letales. Dentro de este último grupo se encuentra la llamada “Silent Guardian” (Guardian silencioso), un rayo pensado para dispersar multitudes sin necesidad de disparar una sola bala.
El nombre de este artefacto proviene de su capacidad para generar una profunda sensación de dolor sin que la victima siquiera pueda ver o escuchar absolutamente nada. Solo aparece la sensación insoportable de dolor. El dispositivo proyecta un rayo de energía de microondas a una frecuencia de 94GHz.
Fisicamente el “Silent Guardian” tiene la forma de un televisor de plasma, y puede transportarse sobre un Hummer, Jeep o blindado sin problemas. Al activarlo irradia un campo invisible de microondas (si, las mismas que usas para cocinar en tu casa), especialmente formulado para “estimular” las terminaciones nerviosas de las víctimas, generando un dolor tan agudo que la persona que lo siente en carne propia sólo puede correr, ya que la sensación que produce impide cualquier intención de resistirse.
Un periodista del Daily Mail, llamado Michael Hanlon, se prestó como voluntario para probar los efectos de este rayo, y describió la sensación que le produjo como “tocar una hornalla hirviendo pero sin que haya quemadura visible, sólo la sensación de estar quemándose. Luego no quedan ni ampollas ni cicatrices”. Suponemos que no le habrán quedado ganas de prestarse como conejillo de indias nunca más.
Existen varias versiones del dispositivo, cada una con un tamaño y alcance diferente. Las más grandes, similares a una pared, tienen un alcance de 800 metros, y las más pequeñas, que puede llevarla un agente del orden caminando, funciona hasta los 250 metros.
Este dispositivo no tiene ningún tipo de efecto sobre los objetos sólidos, solo lo perciben los humanos, ya que las microondas penetran la piel y atacan directamente las terminaciones nerviosas que producen la sensación de dolor. Sin embargo, una versión de alta potencia es capaz de “freír” en el aire el sistema electrónico de misiles tierra-aire lanzados desde una distancia de hasta 100 kilómetros.
Raytheon informa que los rayos emitidos por el “Silent Guardian” logran penetrar a través de las pequeñas fisuras que poseen los obstáculos físicos tales como escudos, paredes y telas. Los rayos parecen rodear los objetos, girar en torno a sus bordes y afectar cualquier parte del cuerpo expuesta, como las manos o la cara. Los rayos sólo penetran la primera capa de la piel (epidermis), hasta una profundidad de 0,4 milímetros, sin importar la distancia a que se encuentre la persona. Esta penetración es suficiente para “estimular” los nervios sensores de la piel.
El fabricante insiste en que los rayos no causan daños físicos o psicológicos, aunque para afirmar esto se basa en que las víctimas huyen en cuanto perciben sus efectos. Llama la atención que en las pruebas que se realizaron a los voluntarios se les pidió que no usaran anteojos ni lentes de contacto, para evitar” posibles daños oculares”. También se les pidió que no portaran objetos metálicos cerca de la piel, para impedir la formación de “puntos calientes”.
Amnistía Internacional ya ha hecho advertencias sobre la posibilidad del uso de este tipo de sistemas como método de tortura.