Desde hace décadas que utilizamos sistemas para hacer más eficiente la conducción de los coches. A medida que se desarrollan nuevas tecnologías, los desarrolladores intentan aprovechar lo que estas ofrecen para que nuestros vehículos ahorren un poco más de combustible. El ultimo proyecto que hemos descubierto es SignalGuru, desarrollado en el MIT y que utiliza una red de teléfonos inteligentes instalados en los coches para “deducir” el patrón que siguen las luces de los semáforos. Sus creadores aseguran que esta red nos dirá cuando tenemos que frenar y cuando no, ahorrando tiempo y combustible en nuestros paseos por la ciudad. ¿Será efectivo?
Nuestra planeta pide a gritos que dejemos de contaminar el medio ambiente. Poco a poco se van desarrollando tecnologías capaces de proporcionarnos energía a partir de fuentes renovables, pero parece que su masificación está aún muy lejos de producirse. Mientras esperamos que los coches eléctricos alimentados a partir de energía eólica estén disponibles, algunos científicos buscan la manera de que cada litro de combustible quemado proporcione la mayor cantidad de beneficios posibles. En este marco, un grupo de especialistas del MIT (Massachusetts Institute of Technology) ha creado SignalGuru, un sistema que a partir de la información recogida por una red de teléfonos inteligentes instalados en los coches permite “deducir” el patrón de funcionamiento de los semáforos. ¿Para que puede servir esto? En teoría, el sistema podría indicar al conductor de cada coche que esté conectado a la red si el semáforo que tiene delante está a punto de cortarle el paso o si puede seguir tranquilamente a la velocidad que se está desplazando por que va a llegar a él con luz verde.
La idea tiene bastante sentido. Por un lado, el costo de los smartphones no deja de caer y cualquier conductor puede comprar uno. Por otro lado, un software más o menos simple puede integrar los datos provenientes de las cámaras de estos aparatos para determinar el patrón de encendido de las luces de los semáforos. No hay dudas que la gente del MIT tiene la capacidad suficiente para poner a punto un sistema como este. Una vez que esté funcionando ahorraremos combustible, dado que cualquier motor incrementa su consumo cuando estamos acelerando, y que desperdiciamos combustible si frenamos innecesariamente, convirtiendo la energía cinética útil que tenia nuestro coche en calor que se disipa por el sistema de frenos. Si disponemos de un sistema capaz de variar suavemente la velocidad de nuestro coche en base a la información recibida a través de SignalGuru preservaremos además las cintas o discos de frenos. Sin embargo, puede que el MIT haya elegido el camino más difícil para resolver este problema.
En lugar de utilizar las cámaras y sistema de comunicación que disponen los teléfonos inteligentes y un software de inteligencia artificial que se las verá en figuritas para enfrentar los cambios de programación imprevistos en algunos semáforos o el mal funcionamiento de otros, se podría intentar proveer de “inteligencia propia” a la red de semáforos. En efecto, bastaría con colocar a cada poste un transmisor que emita una débil señal (100 o 150 metros de alcance sería suficiente) que identifique al semáforo e indique su estado. Un receptor instalado en el coche recogería la señal, y alertaría al conductor sobre el estado en que se encontrará el semáforo que tiene enfrente cuando llegue a él. Es posible que el costo y complejidad de ambos sistemas sea similar, pero a diferencia del enfoque del MIT, este no requiere del reconocimiento de patrones que puede -en determinadas circunstancias- fallar.
Mientras esperamos que los coches eléctricos alimentados a partir de energía eólica estén disponibles,buscamos la manera de que cada litro de combustible quemado proporcione la mayor cantidad de beneficios posibles.
En el comunicado de prensa realizado por el MIT se afirma que este sistema puede ayudarnos a ahorrar hasta un 20% del combustible que quemamos cada día. No es poca cosa, y debería ser considerado por las autoridades correspondientes. Además, dicen que podría ser lo suficientemente listo como para indicarnos rutas alternativas en las que los semáforos que se encuentran en su recorrido están sincronizados. Y todo esto en tiempo real. Esperemos que SignalGuru o alguna sistema alternativo inspirado en él se implemente pronto y comencemos a ahorrar ese combustible.