Hace algunos días China decretó que se limitaría la señal televisiva de algunos servicios de cable en busca de reducir la oferta de “divertimento soez y sin generación o mantenimiento de valores”, la contrapropuesta del propio régimen fue extender la oferta de canales educativos y de etnias. Como parte de este proyecto, la agencia estatal de Televisión había decidido donar sets de televisión portátiles con energía solar para los habitantes con actividades nómades de la región del norte de China que viven a alturas de más de 3500 metros. El paquete incluye una pantalla, panel solar y antena parabólica y revitaliza la utilización de la energía solar portátil en condiciones extremas.
En los cambios sociales, económicos y culturales de gran escala, las contradicciones son una constante que siempre hay que analizar con mesura y sin entrar en prejuicios propios de la inmediatez de los diagnósticos mediáticos, y por eso no debe espantar a primeras que mientras que una pequeña parte de la población china de las grandes ciudades accede a los lujos de la tecnología (aunque con censuras de todos los colores), el habitante promedio de las zonas rurales, especialmente las del Norte, carece incluso de electricidad. La principal causa de esto no es meramente una resistencia gubernamental a proveer del servicio, sino que los pastores y campesinos afectados por la falta de tal se ven limitados por las propias cualidades geográficas, donde la altitud, las mesetas irregulares y su nómade actividad impiden el correcto tendido eléctrico. Para solucionar esto, y al menos para que estos campesinos y pastores pobres accedan a la televisión, el régimen comunista ha acudido a la energía solar como instrumento.
La idea puesta en funciones entre la Administración Estatal de Radio, Cine y Television (SARFT) y otros organismos económicos del régimen, ha tomado en cuenta las posibilidades que se desprenden de la energía alternativa para generar la electricidad suficiente para que estos pobladores de zonas de gran altitud (arriba de 3500 metros) puedan acceder al entretenimiento, pero fundamentalmente a la educación y noticias. El proyecto dona más de 2730 televisores que funcionan con energía solar y pueden acceder a 51 canales nacionales, incluyendo 11 canales con contenido étnico y 9 canales de radiodifusión. El formato de los sets de televisión portátiles con energía solar cuenta con un dispositivo del tamaño de un maletín que puede ser transportado fácilmente por los pastores, algo muy práctico para las condiciones geográficas y ambientales en las que llevan a cabo su tarea.
A partir de septiembre los técnicos de la oficina encargada del proyecto vienen instalando los sistemas para los campesinos y además se les ha ido instruyendo acerca del funcionamiento tanto para recibir señal como para transmitirla. Como el sistema está construido con un panel pequeño de células fotovoltaicas y una antena parabólica de tamaño portátil, y sólo requiere de conectar algunos cables entre sí, los pastores de esta inhóspita región podrán ahora tener a su alcance un poco de información tanto sobre los acontecimientos en su país como los propios de su etnia gracias a los canales exclusivos. Una vez más, la energía solar demuestra ser efectiva para resolver problemas específicos, y de la continuación del éxito de esta iniciativa -que comenzó en otra región donde ya se aplicó el proyecto-, la idea se podría exportar a otras regiones del mundo con situaciones geográficas o económicas similares.
