Los servidores basados en Linux ya son como compañeros de trabajo para millones de empleados de las compañías más grandes, y las razones son tan conocidas que no hace falta repetirlas. Pero los tiempos que corren requieren de otras características para que uno pueda quedarse tranquilo a la hora de poner a correr servidores de gran porte. El ingeniero de Red Hat, Jon Masters, ha desarrollado una forma de mostrar el potencial de los procesadores ARM de bajo consumo. ¿Cómo? A pedal, con una bicicleta, unos cuantos cables y sudando un poco.
Una de las principales características que los servidores Linux futuros tendrán que resolver será el del asunto de la energía que demanda la alimentación de grandes cantidades de núcleos de procesamiento en un data center como los que se ven en cualquier compañía que se dice grande. Esta preocupación actual ha hecho que los ingenieros de los procesadores traten de evacuar problemas eventuales en cuanto al uso de energía (además del gasto base que eso genera, de suma importancia para la rentabilidad de cualquier actividad informático) y han establecido nuevos márgenes para la construcción de microprocesadores. Un ejemplo es la tecnología puesta en los procesadores ARM, que Jon Masters ha utilizado para crear una pequeña plataforma que cuenta con un servidor Linux con ARM funcionando a pedal, mostrando el bajo consumo que tienen.
Para realizar este extraño pero bastante demostrativo experimento, Jon Masters, ha utilizado una plataforma provista por un Quad-Core Calxeda EnergyCore ARM SoC, de reciente lanzamiento y optimización. Como explica más adelante en el artículo original, cada uno de estos chips usan sólo 5 watts de potencia en carga completa, lo que hace que al usar los 8 chips sólo es esté usando 40 watts. ¿Nada mal, eh? Para demostrar lo poco que se necesita para hacer andar estos servidores, Jon se calzó la ropa de deportista y se subió a la bicicleta para pedalear a cambio de bytes.
Para hacer toda la traslación de la energía cinética a eléctrica, Jon utilizó un entrenador de ciclismo para sostener la rueda trasera y contabilizar su velocidad y mucho más. Conectado a este generador de energía, puso un cargador solar, que a la vez fue conectado a un invertidor (dotado de una batería propia como referencia de voltaje, pues sino se podría pasar de voltaje) que realiza el traspaso a un UPS conectado al servidor.
Para tener un control de cuánto voltaje está llegando a los servidores, Jon colocó medidores (además del UPS) como para saber si estaba trabajando demasiado y la carga excesiva podría hacer apagar o quemar los servidores. Pero otra solución se le ocurrió y fue al desván a buscar un ventilador para conectarlo al circuito. La función de este es que si mientras pedalea y genera energía, ésta es tan amplia que el ventilador comienza a funcionar, significa que tiene que ceder un poco y evitar la sobrecarga de los procesadores. Es decir, el ventilador funciona como una fuente del desvío de energía excesiva. Según Masters, los ARM se comportaron excelentemente bien y demostraron que se no requiere de grandes niveles de energía para funcionar eficientemente, ya que él podía generar hasta 100W con pedaleando con este sistema.
Así que ya sabes. Si en tu empresa ves que por la puerta trasera del data center salen unos empleados todos sudados y con un casco puesto, es que tus empleadores están ahorrando mucho, mucho dinero en energía.