Si las paletas de ping pong virtual no fueron lo suficientemente extrañas para ti hoy, entonces definitivamente querrás darle un vistazo a esta otra creación proveniente de Japón. La soledad es un tema muy complejo para una enorme cantidad de personas, y el más mínimo estímulo puede hacer una gran diferencia. Sin embargo, ese estímulo parece haber sido llevado el siguiente nivel con el Sense-Roid, un no-tan-robot que al detectar un abrazo, transmite la sensación de estar abrazándote a ti mismo.
Se cree que la soledad se manifiesta más frecuentemente en ciudades con un alto nivel poblacional. En una época en la cual la comunicación y la interacción social parece estar en su pico máximo, resulta extraño que exista tanta gente sola en el mundo. Cada caso es único, y las formas para solucionarlo difieren entre sí en gran medida. Algunas personas disfrutan ampliamente de la soledad, pero la regla general indica que siempre parece haber un momento en el cual la soledad causa dolor. Estudios han colocado a la soledad como una de las principales causas de suicidio en países asiáticos. La tecnología ha tratado en varias ocasiones de servir como alivio para estos cuadros de soledad, y así es como encontramos al Sense-Roid, proveniente de Japón.
La descripción del Sense-Roid habla de “abrazarse a sí mismo”, pero en el lado técnico encontramos una chaqueta especial con múltiples sensores, básicamente motores de “pager” que reaccionan de acuerdo a un patrón específico. Dicho patrón es recibido tras “abrazar” a un maniquí. De acuerdo a la forma en la que abracemos o acariciemos al maniquí, los detectores activan los vibradores, regulando su intensidad. Para generar el efecto de presión, se utilizan seis actuadores McKibben, también conocidos como músculos neumáticos. Combinando un total de veinte sensores de presión más los seis músculos neumáticos (cuatro en el torso, y uno para cada hombro), se crea la sensación de estar recibiendo un abrazo.
Es verdad, los vídeos son extraños. La prueba de concepto muestra abrazos muy apasionados, aunque asumimos que debe ser una cuestión de límites en el prototipo. De momento, no hay intenciones para que el Sense-Roid tenga una aplicación comercial ni nada parecido. Una idea que viene a la mente es la de enlazar dos maniquíes para dar “abrazos remotos” a algún familiar o ser querido, pero también se hace difícil ver al Sense-Roid como una especie de sustituto. Por supuesto, las necesidades personales de factores como “compañía” y “contacto” pueden variar drásticamente, y tal vez algunos consideren “suficiente” la interacción con este maniquí, pero en lo personal, me quedan unas cuantas dudas.
