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Seguimos sin encontrar Esferas de Dyson

La búsqueda de Esferas de Dyson, unos colosales artefactos que los extraterrestres podrían utilizar para recoger toda la energía de una estrella, no ha mostrado candidatos convincentes en un radio de unos 1000 años luz de la Tierra. Sin embargo, los astrónomos no se dan por vencidos.

Para que se entienda: una Esfera de Dyson es una especie de panel solar gigante, propuesto por el físico Freeman Dyson en un artículo de la revista Science llamado "Search for Artificial Stellar Sources of Infra-Red Radiation", en 1959. Hace ya 50 años, Dyson estipuló que si los extraterrestres estaban en una etapa evolutiva muy superior a la nuestra, tarde o temprano deberían crear una megaestructura capaz de recolectar energía solar. Pero no una cosita miserable, como las que usamos los humanos, sino un “capullo” capaz de envolver una estrella, orbitando a una distancia semejante a la que separa la Tierra del Sol. Este capullo podría recoger toda la luz (y demás radiaciones) que emite la estrella para ser aprovechada por una civilización lo suficientemente avanzada.

Por “suficientemente avanzada”, en este contexto, se entiende a aquella que cuente con los medios tecnológicos para desmontar uno o más planetas de su sistema solar y construir con ellos una esfera. No son pocas las obras de ficcion que abordan este tipo de artefacto, entre ellas la excelente “Mundos en el abismo”, de los españoles Juan Miguel Aguilera y Javier Redal.

Pero a pesar de lo atractiva que pueda resultarnos la idea de recoger cada fotón emitido por una estrella, en la práctica la cuestión parece ser bastante complicada. Complicada, al menos, para los alienígenas que puedan (o no) existir en nuestro vecindario cósmico. Es que los humanos no hemos encontrado nada en todas las estrellas que existen en un radio de 1.000 años luz. 

Los investigadores han analizado concienzudamente los datos recogidos por el Infrared Astronomical Satellite (IRAS), lanzado al espacio en 1983 con la misión de elaborar un mapa infrarrojo del cielo. Luego de descartar más de 10.000 estrellas, que por algún motivo presentaban anomalías que podían ser atribuibles a la presencia de una Esfera de Dyson, los científicos se quedaron con un pequeño conjunto de 17 astros cuya huella térmica era lo suficientemente anormal como para resultar interesante. De ellas, 4 resultaban especialmente excitantes para Richard Carrigan, un físico retirado que trabajó en el Fermi National Accelerator Laboratory de Batavia, en Illinois, encargado de llevar adelante esta labor detectivesca.

Los candidatos también fueron analizados utilizando las instalaciones de SETI, para intentar “leer” sus emisiones de ondas de radio. Pero la pesquisa tampoco arrojó resultados positivos. Sin embargo, esto no quiere decir que no existan extraterrestres o incluso Esferas de Dyson dentro del radio analizado. Podría ser, simplemente, que la Esfera sea lo suficientemente densa como para ocultar completamente la estrella que contiene en su interior. Eso o que solo a los humanos se nos puede ocurrir una cosa tal como destruir un sistema solar para nuestro beneficio. Si buscamos inteligencia, mirar hacia los costados no es la mejor idea.

Sea como sea, los científicos tienen material de sobra para seguir analizando. El mapa de nuestra región estelar contiene más de 100 millones de objetos y recién estamos comenzando a elaborarlo. Quién sabe, quizás ET este ahí nomás y simplemente no podemos verlo. Lo cual, si nos preguntan, tal vez sea una suerte. Nosotros nos mantendríamos alejados de cualquier civilización capaz de destruir su propio sistema solar en busca de combustibles. Aquí solo invadimos países y masacramos gente inocente, ¡eso es más civilizado!

Escrito por Ariel Palazzesi

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