La noticia del suicidio de Aaron Swartz recorrió el mundo a una velocidad que sólo la Web puede alcanzar, pero su legado perdura a través de sus proyectos. Swartz se encontraba trabajando en DeadDrop, una plataforma para proteger a aquellos que filtran datos a periodistas. Ahora, el proyecto se llama SecureDrop.
Si uno estudia el caso de “Estados Unidos vs. Aaron Swartz” un poco más de cerca, notará rápidamente lo absurdo de sus cargos. Básicamente, se abusó terriblemente del CFAA (siglas de Computer Fraud and Abuse Act), y para las autoridades estadounidenses, violar los términos de uso en un sitio Web es un delito. Swartz decidió quitarse la vida en enero de este año, y aún se reclama el procesamiento de quienes convirtieron su caso en una cacería de brujas. Pero la influencia de Swartz no ha desaparecido. Reddit, Creative Commons, y el formato RSS son pruebas fundamentales de ello. Aún así, Swartz estuvo trabajando en algo más. El proyecto se llamaba DeadDrop, desarrollado junto a Kevin Poulsen de Wired. En esencia, es un “inbox” anónimo a través del cual diferentes “fuentes” alrededor del globo pueden filtrar información a periodistas de forma segura.
DeadDrop estaba prácticamente terminado cuando Swartz falleció (en diciembre de 2012, el código fue declarado estable). De hecho, una versión especial del periódico The New Yorker conocida como Strongbox comenzó a funcionar en mayo pasado. En esta oportunidad, es el turno para SecureDrop, que continúa el trabajo de Swartz en DeadDrop. El proyecto SecureDrop está a cargo de la fundación “Freedom of the Press”, creada originalmente por miembros de la EFF. Su código ha sido auditado por ocho expertos en seguridad de la Universidad de Washington, y ya se encuentra disponible en GitHub.
Si bien SecureDrop busca ser una herramienta de uso sencillo para quienes desean filtrar datos sin comprometer su identidad, su implementación es bastante compleja. Requiere de tres servidores (uno público, otro de almacenamiento, y el tercero hace de “vigilante” para los otros dos) y una estación de visualización. Instalar SecureDrop no tiene costo alguno, pero si algún medio necesita soporte adicional, puede contactarse con la fundación y adquirirlo.