En el mundo de los discos rígidos, una de las empresas de mayor renombre es sin duda Seagate. Muchos ordenadores y dispositivos cuentan con alguna unidad de esta marca, y su variedad de modelos la mantiene con una posición saludable en el mercado. Sin embargo, como toda gran empresa, no parece estar libre de demandas y acusaciones. Esta es especialmente grave, ya que está asociada a un litigio que lleva diez años en proceso. De acuerdo a un ex empleado de Seagate, la empresa robó tecnología intencionalmente, y destruyó evidencia relacionada con la demanda original. ¿El final de la línea para Seagate?
Al estar relacionado de forma tan estrecha con el mundo de la informática, hay marcas con las que considero que he crecido, y estoy seguro de que a muchos de nuestros lectores les sucede algo similar. A la hora de hablar de discos rígidos, algunos no dudarán en invocar el nombre Western Digital, pero también hay otras marcas que han tenido su momento de importancia, y que aún lo tienen en estos días. Fujitsu, Quantum (con sus famosos BigFoot), Hitachi, Samsung, Maxtor (subsidiaria de Seagate), y obviamente, la misma Seagate. Algunos de nuestros sistemas de prueba cuentan con una unidad Seagate en su interior, y otros dispositivos también han utilizado a los discos de esta empresa, como por ejemplo la Xbox original. Algunos de sus logros han sido notables. Fue nombrada Empresa del Año en 2006 por la revista Forbes, y en 2008 fue la primera en alcanzar la marca de mil millones de discos rígidos fabricados.
A pesar de estos datos positivos, Seagate arrastra una demanda que ya lleva una década activa, y que podría terminal mal, de acuerdo a los hechos recientes. La historia dice que en el año 2000, la empresa Convolve y nada menos que el MIT demandaron tanto a Seagate como a Compaq por la violación de patentes relacionadas con tecnología de reducción de ruido para discos rígidos. Seagate presentó un método llamado "Sound Barrier Technology" en sus unidades, lo que usualmente se conoce generalmente entre los discos duros como "administración acústica automática". Durante esta última década, Convolve no se ha quedado de brazos cruzados, y ha demandado a otras empresas como Dell, Western Digital, y Hitachi. El juicio entre Convolve y Seagate se iniciará en enero, pero un reciente hecho podría tener consecuencias negativas para Seagate. Un tal Paul A. Galloway, ex ingeniero de Seagate que se mantuvo en funciones en dicha empresa hasta julio de este año se ha puesto en contacto con los abogados de Convolve para reportar evidencia que incrimina a Seagate de forma directa en la utilización de "tecnología acústica" que no era "nada que hubieran hecho antes en Seagate". La declaración del ingeniero ya ha sido presentada de forma oficial, y puede leerse con mayor detalle a partir de la página 5 del documento oficial (enlace más abajo).
La demanda original busca un resarcimiento económico en el rango de los 800 millones de dólares, una suma que bajo cualquier punto de vista resulta considerable. Seagate se ha mantenido como uno de los fabricantes más exitosos en el competitivo mercado de los discos duros, pero el hecho que de haya recurrido al robo de tecnología para mejorar sus productos representa sin dudas un duro golpe para su reputación, especialmente con el testimonio del ingeniero Galloway (y su categoría de testigo ocular) dentro de la ecuación. Habrá que esperar a ver cómo reacciona Seagate, aunque es probable que recurran al viejo truco de que se trata de un ex empleado frustrado con ansias de venganza. Aún así, las cosas se ven bastante oscuras para Seagate.
