Rob Innes y un amigo suyo construyeron un veloz submarino personal llamado Seabreacher X. Y no solo se mueve como un tiburón, ya que puede balancearse hacia los lados a 80 kilómetros por hora y saltar hasta 3 metros en el aire, sino que se ve como uno también. Rápidos e intimidamentes, la empresa Innespace hoy vende estos vehículos por una cifra cercana a los €73,000.
En NeoTeo hemos visto una buena cantidad de vehículos extraños. Algunos funcionaban muy bien, otros no tanto. Pero nunca nos hemos topado con algo tan intimidamente impresionante como el Seabreacher X, creado por Rob Innes para uso personal. Este pequeño submarino tiene la forma de un gran tiburón y además de sumergirse en el agua, es capaz de saltar hasta 3 metros y medio en el aire.
Y cuando decimos que se parece a un tiburón, no es una metáfora sobre lo bien que se mueve bajo el agua. Sino que literalmente se parece a un tiburón. En su diseño, el vehículo tiene una aleta dorsal, dos laterales y, en el caso del Seabreacher X de Rob Innes, dientes muy afilados. En la zona que menos se parece a un tiburón porta dos asientos y un motor de 260 caballos de fuerza que le permiten ir a 80 kilómetros por hora sobre el agua y 32 kilómetros sumergido.
Este tiburón de fibra de vidrio mide casi cinco metros y puede hacer todo tipo de trucos. Puede ir a 80 kilómetros por hora y balancearse hacia los lados sin problema y también puede sumergirse para salir disparado tres metros en el aire, como un tiburón de verdad. En el futuro piensan mejorar el diseño para que pueda dar vueltas en 360°, giros en pleno aire y hasta vueltas hacia atrás. También dijo que les gustaría utilizarlo para correr carreras, pero por su elevado precio, pocas personas se arriesgarían a dañar uno.
Por supuesto, no tiene mucho uso práctico, sino que apunta al placer. Según explicaron, está lejos de ser un submarino, ya que no puede sumergirse mucho. Por eso Rob opina: “El Seabreacher es realmente para personas con grandes ingresos que quieren divertirse.” ¿Y de cuánto es ese “gran” ingreso? Pues hoy en día la empresa creada por Rob Innes y su amigo Dan Piazza, Innespace, vende estos vehículos a clientes en Corea y en el Caribe por una cifra cercana a €73,000. ¿El próximo paso? Un vehículo similar a un tiburón martillo.