La NASA ha sido pionera en el uso de tecnología para la búsqueda y rescate de personas en peligro y cuenta con más de 27.000 vidas salvadas en todo el mundo desde su fundación hace casi tres décadas, gracias a la ayuda de satélites. Ahora celebra el desarrollo de una nueva tecnología que permitirá identificar más rápido los lugares donde existan situaciones de riesgo, aumentar las posibilidades de un rescate exitoso y reducir el riesgo que corren los equipos de rescate. DASS (Distress Alerting Satellite System) es un sistema basado en sistemas de satélites con tecnología GPS y balizas que operan en 406Mhz brindando servicios a todo el planeta.
El Goddard Space Flight Center en Greenbelt, Maryland, en colaboración con varias agencias gubernamentales, ha desarrollado una nueva generación de equipos de búsqueda y salvamento que prometen ser tan efectivos que serían capaces de detectar en segundos y con precisión un llamado de emergencia de una baliza operativa con sistema DASS. La NASA, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), la Fuerza Aérea, la Guardia Costera de los Estados Unidos y otros organismos están ultimando el desarrollo y prueba del nuevo sistema y esperan hacerlo operativo en los próximos años, una vez que se haya completado el lanzamiento de todos los satélites necesarios para el funcionamiento del sistema DASS.
“El sistema DASS será capaz de detectar y localizar casi instantáneamente señales de auxilio generadas por balizas de 406MHz instaladas en aviones y buques o llevadas por las personas en expediciones pedestres, lo que eleva la capacidad de la comunidad internacional para rescatar a personas en situaciones de peligro”, dijo David Affens, administrador de las misiones de búsqueda y salvamento de la NASA. Esta mejora en la capacidad de rescate será posible gracias a los instrumentos utilizados en los satélites para transmitir las señales de emergencia por intermedio de una constelación de 24 naves que trabajarán en una órbita terrestre media (MEO) y que utilizarán el popular sistema de localización GPS. Nueve de estas estaciones repetidoras ya se encuentran operativas y bajo ensayo, mientras que el resto de los satélites se esperan para antes de 2017.
Bajo el sistema actual (que comenzó a funcionar a mediados de 1980 como parte del sistema internacional COSPAS-SARSAT) los llamados "repetidores" se colocan en los satélites meteorológicos NOAA, que operan en órbitas terrestres bajas (LEO), y en algunos de la constelación GOES, que trabajan en órbitas geoestacionarias. “Aunque se ha demostrado su eficacia, tal como lo demuestra el número de personas rescatadas durante la vida del sistema, la capacidad actual tiene serias limitaciones”, dijo Affens.
Un satélite de órbita baja (LEO) recorre 14 veces la vuelta al planeta durante un día y utiliza el efecto Doppler para ayudar a señalar la ubicación del origen de la señal. Sin embargo, un satélite no puede estar en condiciones de recoger una señal de socorro en el momento exacto en que un usuario activa la baliza de emergencia. Si consideramos que un mismo satélite puede pasar por un determinado lugar (con cobertura visual) unas cuatro o cinco veces al día, las posibilidades de rescate se dificultan.
Por su parte, los satélites geoestacionarios meteorológicos (GOES) poseen una órbita que al estar en sincronía con la rotación terrestre aparentan estar fijos en un punto sobre el Ecuador. Aunque proporcionan una visibilidad continua de gran parte del planeta, no pueden localizar una baliza de forma independiente, a menos que el satélite contenga un sistema de retransmisión (repetidor) de las coordenadas detectadas de la posición de la baliza. Es decir, además de cumplir con su misión de observación meteorológica, debe prestar el servicio de geolocalización.
“El sistema DASS supera todas estas limitaciones”, dijo Mickey Fitzmaurice, Ingeniero de Sistemas Espaciales para la Búsqueda y Salvamento de NOAA. "Con un rastreo total capaz de abarcar toda la superficie de la Tierra y ayudados con la capacidad de rescate que proporciona un sistema GPS, una señal de emergencia se enciende y al menos seis satélites estarán a la vista", dijo. "Casi al instante, puedo empezar a procesar la señal para determinar su ubicación exacta. En la actualidad, por el contrario, puede llevarnos una hora o más antes de que podamos dar curso a una señal", agregó.
Como parte de su esfuerzo de investigación y desarrollo, los ingenieros de Goddard también diseñaron y construyeron una nueva estación de seguimiento en Tierra para recibir, decodificar y localizar las balizas de socorro de 406MHz en todo el mundo (MEOLUT). “NOAA planea utilizar el diseño mientras comienza la construcción de una estación DASS en Tierra en Hawai el próximo año, y quizás otra en la Florida en el futuro”, dijo Fitzmaurice. Además, Estados Unidos no estará solo en el uso de naves espaciales de órbita media con sus instrumentos de búsqueda y rescate. Europa ha comenzado a desarrollar su sistema Galileo para búsqueda y rescate, mientras que Rusia trabaja en su sistema GLONASS y China en el denominado proyecto Compass. Es decir, todo el planeta podrá gozar de este beneficio ya que todos los emprendimientos mencionados se basan en el concepto DASS desarrollado por la NASA.
"La tecnología de DASS es el futuro de la búsqueda internacional con ayuda de satélites de rescate", agregó Affens. "Hace unos años, luego de importantes gestiones analizando cómo mejorar el sistema, llegamos a la conclusión de que la búsqueda internacional y toda la comunidad de rescate se beneficiaría con la nueva tecnología basada en el sistema GPS. Seríamos capaces de identificar las señales de auxilio de manera más rápida y con un mayor nivel de precisión. Al final, esto servirá para salvar más vidas, reducir el riesgo de los grupos de rescate y ahorrar dinero, porque será necesario menos tiempo de búsqueda".
NOAA, la agencia de Estados Unidos encargada del programa SARSAT, maneja una base de datos nacional de registro de balizas de emergencia de 406MHz. "La base de datos es una parte vital del programa SARSAT y se utiliza para acelerar el proceso de búsqueda, especialmente si la localización de la baliza no coincide con la ubicación habitual declarada", afirmó Fitzmaurice. En caso de recibir un aviso, la agencia puede comunicarse con los nombres que aparecen en la base de datos para validar la señal y obtener las ubicaciones probables de la persona en peligro. Esto mejora el proceso de auxilio, la coordinación general e impide los intentos de rescate que no sean necesarios si la baliza se activa accidentalmente.
Mientras los buques mercantes y las empresas de aeronavegación (comercial y privada) están obligados por ley a llevar radiobalizas de emergencia, los ciudadanos comunes que acostumbran a realizar cualquier tipo de travesía no están obligados a hacerlo. Sin embargo, es recomendable que cualquier persona que posea una baliza de emergencia registre en la base de datos su nombre, domicilio, información de la embarcación o aeronave y números telefónicos de emergencia. Fitzmaurice alienta a la navegación recreativa, a los aviadores y a los excursionistas a comprar balizas y a registrar su información para ayudar a garantizar una asistencia más rápida y eficaz.