La física es la que en tiempos modernos han elegido las mentes brillantes. Personas prodigiosas, que gracias a vaya uno saber qué cosa extraña en su gestación, tienen capacidades casi inhumanas de almacenar información, calcular y resolver problemas. Miembro de esta elite de afortunados, Santiago González eligió la informática como área de especialización en la que se desarrolla no como una máquina de memorizar fórmulas, sino como un genio de 14 años que maneja 12 lenguajes de programación y que programa hasta en sus sueños. Conoce su historia, sus habilidades y más sobre este futuro dios de la programación.
Las grandes biografías de los grandes pensadores y hombres de ciencia que ha dado la humanidad se remonta siempre a la infancia de los genios. No solamente por una cuestión cronológica, sino porque es en la niñez donde nuestro cerebro está especialmente determinado a aprender todo lo que se nos ponga en frente. Es un factor vital y biológico irrefutable, pero de vez en cuando se sale de sus límites y nos muestra la particularidad de una mente brillante. Santiago González es una mente brillante, y sólo tiene 14 años de edad. Con una personalidad bastante madura para una persona de su edad, a Santiago González lo emociona el conocimiento y la belleza detrás de la construcción de soluciones para todo tipo problemas, definición de la inteligencia por antonomasia. Será por eso que a partir de sus 2 años de edad comenzó a manifestar que no era igual a los demás de su edad, sino que era un genio al cual había que motivar, un niño prodigio y un “verdadero nerd”, como el mismo se describe
Santiago Gonzales tiene 14 años y cursa en la Colorado School of the Mines, una institución acostumbrada a tratar con mentes especiales de niños prodigios, aunque la de Santiago González los tiene asombrados. Actualmente tiene 14 y cursa con compañeros que tienen arriba de 18 para graduarse en ciencias de la computación, pero probablemente a los 23 estará completando su PhD en la misma rama, como el mismo ya tiene programado hacer en la Universidad de Standford. Hablando de programación, mientras que yo me peleo con las introducciones en video a Python a mis 27, este niño de 14 es fluente en 12 lenguajes de programación, que escribe como si de su lengua natal se tratara. Además de tener una desesperación existencial por aprender más de cualquier cosa todo el tiempo, Santiago dice que cuando no puede solucionar un bug en sus programas, se acuesta a dormir pensando en ellos y sueña que programa. Muchas veces, al despertar, la solución está ahí, en su cabeza y lista para deslizarse a la pantalla.
Entre sus increíbles logros para la edad, Santiago ya suma más de 15 aplicaciones para iOS publicadas en el iTunes Store, muchas de las cuales son muy bien reputadas. Parte de la serie Prodigios de THNKR, mientras Santiago dibuja poemas informáticos en Objective-C y sueña con trabajar algún día para Apple, sus padres, compañeros y tutores continúan anonadados ante su inteligencia extraordinaria. Tanto es así, que actualmente está participando de un proyecto sobre eficiencia energética llevado adelante por la jerarquía académica de su colegio. Este tipo de ocupaciones no le dejan tiempo alguno para andar ocupándose de la vestimenta, de otros niños de su edad y de las novias, a las que considera una pérdida de tiempo. Habrá que ver qué tipo de destino le espera a este genio en ciernes, de quien no podemos más que demostrar admiración y un poquito de sana envidia. Ah. Y si yo fuera Tim Cook, no dudaría en ficharlo ya mismo.