La tecnología de estado sólido sigue bajando sus costos de producción a medida que el mercado se vuelve más receptivo, y los usuarios, con el objetivo de lograr un nivel superior de rendimiento, deciden invertir más billetes en sus unidades. Todavía falta mucho para que alcancen valores similares a los discos duros convencionales, pero eso no evita que los fabricantes más importantes de dichos discos sigan buscando formas de expandir su oferta. SanDisk ya posee opciones muy atractivas en el mercado, aunque su nuevo iSSD integrado podría colocar un disco de estado sólido en cada tablet, nettop y portátil, sin que los precios se conviertan en algo horrible.
La integración de componentes ofrece algo fundamental a los fabricantes: Bajo costo. Para comprobar esto, sólo basta con observar a los ejemplos más comunes: Audio, vídeo y red. Estos tres elementos, cuando se encuentran integrados a una placa madre, ofrecen funciones básicas pero suficientes como para cubrir la demanda de los usuarios sin afectar de forma severa a los precios, mientras que las tarjetas dedicadas son significativamente más caras. Ya hemos visto múltiples ejemplos de tarjetas de vídeo de alta gama, pero también existen tarjetas de audio "premium" como las Asus Xonar, y tarjetas de red dedicadas al estilo de la Killer 2100, con valores de tres dígitos. Dichos componentes de alto nivel no son necesarios para todos los usuarios, por lo tanto, la integración es la respuesta ideal. Hay componentes que por razones lógicas no pueden ser integrados, como las unidades ópticas o los discos duros convencionales. Sin embargo, en lo que se refiere a discos de estado sólido, la historia es diferente.
En una explicación algo tosca, una unidad SSD es un conjunto de chips sin partes mecánicas. Esto significa que el concepto de integración sería compatible con los actuales métodos de fabricación. La gente de SanDisk, conocida entre los usuarios por sus tarjetas de memoria, pendrives, y accesorios múltiples, ha decidido dar el primer paso a través de su iSSD, un disco de estado sólido ultra-pequeño que puede ser integrado a diferentes tipos de dispositivos, como tablets, netbooks, y otros sistemas con espacios reducidos. Al utilizar un montaje del tipo BGA, SanDisk puede evitar los gastos adicionales en materia de plástico y metales requeridos en un SSD físico, al mismo tiempo que su diseño reducido contribuye a un mejor flujo de aire y una mayor eficiencia energética. El iSSD utiliza la interfaz SATA, por lo que un fabricante (al menos en teoría) simplemente podría quitar un puerto SATA físico de una placa madre, y redirigir el canal a un disco iSSD integrado.
Las capacidades disponibles en el iSSD irán desde los 4 hasta los 64 GB. Los valores más bajos son ciertamente razonables para dispositivos móviles, mientras que 32 o 64 GB son suficientes para recibir a un sistema operativo como Windows 7. En cuanto a su velocidad, el iSSD puede alcanzar picos de 160 megabytes por segundo en lectura, y 100 megabytes por segundo en escritura. Ciertamente no es lo mejor que puede ofrecer la tecnología SSD, pero la idea detrás del nuevo iSSD no es ser más rápido, sino más eficiente. Se debe explotar al máximo la relación entre costo y beneficio, y si SanDisk puede convertir a su iSSD en una alternativa tentadora para los fabricantes, podría afectar positivamente la velocidad de adopción de los discos de estado sólido, simplemente con colocar uno en cada dispositivo a la venta. Esperamos que así sea, pero sobre todo, esperamos que sea conveniente para los usuarios.