Los discos duros portátiles ocupan un lugar de privilegio en el mercado. Gracias a su relativo bajo costo y su alta densidad, estas unidades pueden responder a casi cualquier demanda de almacenamiento, incluso en el caso de consolas como la PlayStation 4 y la Xbox One. Sin embargo, el aspecto mecánico de los discos duros portátiles preocupa a algunos usuarios, y prefieren apostar sus fichas a recursos de estado sólido. Uno de los mejores en este momento, es el SanDisk Extreme Portable SSD.
Las unidades de estado sólido han bajado de precio lo suficiente como para convertirlas en SSD portátiles. Obviamente, los pendrives convencionales también entran en la categoría de estado sólido, pero no suelen incorporar todas las ventajas de velocidad que poseen sus hermanos mayores. Por otro lado, son cada vez más los usuarios que prefieren eliminar por completo el elemento mecánico de sus unidades portátiles después de haber tenido malas experiencias con discos duros externos. Ya sea una falla mecánica, problemas de calor o una interfaz SATA-USB que tiró la toalla, la traición de un disco duro portátil no es fácil de digerir, y quienes deciden dar el salto a un SSD no vuelven a mirar atrás.
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Si te encuentras en esa situación, una de las primeras opciones en tu lista debería ser el SanDisk Extreme Portable SSD. Con apenas 0.88 x 4.95 x 9.62 centímetros y 39 gramos de peso, este SSD pasa desapercibido en tus bolsillos. Su diseño reforzado incluye una protección IP55 que resiste líquidos y polvo, además de choques y caídas libres hasta dos metros. Al utilizar una interfaz USB 3.1 de segunda generación (su puerto es Tipo C, pero incluye un adaptador a Tipo A), el SanDisk Extreme Portable SSD garantiza al usuario 550 megabytes por segundo de lectura, un rendimiento que está en línea con otros SSD SATA. En caso de que necesites una capa extra de seguridad, SanDisk también incluye su programa SecureAccess para cifrar una parte de tus datos bajo AES de 128 bits.
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El SanDisk Extreme Portable SSD está disponible en cuatro sabores: 250 GB, 500 GB, 1 TB y 2 TB. El modelo más económico cuesta 100 euros, pero la mejor relación precio-capacidad aparece en el SSD de 500 GB, ya que duplicas el espacio por 50-55 euros adicionales, y se adapta mejor a las exigencias de las consolas actuales. En todos los casos, SanDisk ofrece tres años de garantía limitada.