En otro episodio que expone la fascinante locura por el almacenamiento de estado sólido de los últimos meses, SanDisk ha dado un enorme paso para llevar al límite a la norma SDXC con una tarjeta de memoria que puede guardar un terabyte de datos. Por el momento, esta pequeña bestia no es más que un prototipo, pero si a la compañía le tomó apenas dos años duplicar la capacidad bajo el mismo formato, no es descabellado imaginar que llegará al mercado pronto, y que hay planes de seguir avanzando.
De acuerdo a la versión 3.01 de la especificación Secure Digital, el formato SDXC (siglas para Secure Digital eXtended Capacity) soporta una capacidad máxima de dos terabytes, lo que a su vez representa un impresionante salto en cantidad y calidad cuando se lo compara con el viejo límite de 32 GB observado en la versión 2.0. Ahora, aún no hemos llegado a esa marca de dos terabytes bajo tarjetas SD, pero si obedecemos a la última información revelada por SanDisk en la convención Photokina 2016, nos encontramos a mitad de camino. Dos años después de haber sacudido el mercado con una tarjeta de 512 gigabytes, llega el nuevo prototipo de un terabyte que promete resolver todas las exigencias de almacenamiento que un entusiasta o profesional pueda tener… por ahora.
Este último punto es especialmente cierto si consideramos el avance del vídeo 4K, y el deseo de capturar contenido con la menor compresión posible, garantizando así su calidad final para entornos de realidad virtual y 360 grados. En otras palabras: Los usuarios necesitan más y más espacio, con la ventaja de un formato compacto como es el de las tarjetas SD. Sin sorpresas, SanDisk declaró a su producto «la primera tarjeta SD con un terabyte del mundo», pero no compartió ningún detalle técnico en el nivel de durabilidad o velocidades de transferencia. Al encontrarse en fase de prototipo, imaginamos que SanDisk (y por extensión Western Digital), todavía deben eliminar varios bordes filosos del diseño, y optimizar al máximo esos parámetros.
¿Cuánto puede llegar a valer esta tarjeta? Veamos: La edición de 512 GB debutó con un precio de 800 dólares, pero hoy podemos hallarla a menos de la mitad (300 dólares). Calculo que SanDisk va a repetir el patrón y apuntar a un costo de 800-900 dólares para su nueva criatura. ¿Acaso Kingston y Samsung responderán con algo similar? Un terabyte en la superficie de una estampilla. Bienvenidos al futuro, a veces no es tan malo…
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