Parece que hoy me toca escribir sobre cosas que ruedan, y si Sonic lo hace a velocidades que superan el Match 1 sobre superficies planas, el SandFlea muestra sus habilidades tanto como un robot a control remoto que puede transportarse en terrenos planos, pero que de surgir un obstáculo, podría saltar para esquivarlo. Conozcan a SandFlea, un transporte robótico que salta hasta 8 metros de altura subiendo y bajando techos de hogares y hangares. La armada estadounidense, JIEDDO y DARPA detrás de este campeón del salto en alto.
Por y para obra de intenciones militares nos hemos topado con cientos de invenciones que desde el piso nos hacen preguntar: ¿Y esto qué #@|%$! hace? Salvo cuando se trata de minas personales, la respuesta siempre se agradece, ya que estos aparatos e invenciones robóticas que vemos salir de los hangares de DARPA suelen tener alguna utilidad que podría ser viable en situaciones de emergencia y rescate. Con este concepto (o uso alternativo exculpatorio, para los amantes de las conspiraciones y para los esceptinazis), conocimos perros robóticos, objetos voladores de todo tipo, serpientes de rescate y mucho más. Dejando detrás el pasado que está haciendo al futuro, por estos días la nueva mascota de DARPA es el SandFlea, un robot que se transporta por tierra pero que salta hasta 8 metros de altura en caso de encontrar un obstáculo.
Como se ve en el vídeo, este robot desarrollado por Boston Dynamics puede realizar maniobras que hasta ahora eran inéditas en robot de este tipo de tamaño y movimiento, lo que lleva a preguntar cómo está conformado y cómo es que se activa ese sistema de salto con lanzamiento cuasi vertical. Además, el robot utiliza la estabilización giroscópica para quedarse nivelado durante el vuelo, con lo que las imágenes que toma su cámara montada serán bastante estables y además su descenso será más controlado, pudiendo rebotar una o dos veces de forma equilibrada utilizando la mayor cantidad de ruedas posible como apoyo. Para el salto utiliza un pistón actuador que sirve como empuje hidráulico con 2 horas de duración en su batería. Los ángulos del salto del SandFlea pueden ser modificados desde el control remoto y hasta tiene un guía laser de rango de salto.
Sandflea, que en inglés significa pulga de mar, puede meterse en lugares bastante pequeños ya que sus dimensiones son 33 centímetros de largo, 45.72 de ancho y 15.24 de alto. El peso de este transporte robótico saltarín es de unos 5 kilogramos y puede alcanzar una velocidad de 5.4 kilómetros, lo que no es muy rápido que digamos. El SeaFlea, como se ve en el video, es totalmente reversible y puede andar de un lado o del otro, lo que hace que no existan fallas luego de las caídas por los saltos. El aparato se recupera y sigue andando como si nada. La cámara de abordo es de 320×240 pixeles en modo de conducción, pero asciende a 1280×960 si el SeaFlea está en reposo. Tiene iluminadores de luz visible e infrarroja. La inversión en este dispositivo que salta desde uno a ocho metros según necesitemos, está realizada por DARPA y la armada estadounidense, que le ven futuro en los campos de batalla como probador de terrenos minados, entre otras tareas donde volar en el aire sea un poco menos involuntario.
