Descargar e instalar un programa nuevo en nuestros sistemas puede parecer algo inofensivo, pero hay ocasiones en las que representa un verdadero riesgo. Ya sea que el programa se encuentra en una fase de desarrollo demasiado temprana o que su procedencia sea dudosa, existen diferentes formas de ejecutarlo minimizando el riesgo para nuestro ordenador. Una de ellas es simplemente utilizar un entorno virtualizado, pero para aquellos que no puedan instalar esa clase de entornos, existe la opción de Sandboxie.
Algunos programas, más allá de la buena intención de sus desarrolladores, pueden no llegar a funcionar como uno espera. Por otro lado, algunos programas pueden resultar algo peligrosos, ya sea porque provienen de alguna página oscura de la que no se sabe mucho, o porque ha sido descargado de alguna red p2p sin ninguna garantía. Por otro lado, existen también sitios web listos a atacar a nuestros ordenadores al primer descuido, aprovechando el simple hecho de visitarlos para instalar alguna barra nefasta en nuestros ordenadores o alguna otra clase de malware. Si bien tener mucho cuidado ayuda en gran medida, hay ocasiones en las que debemos probar este software más allá de los posibles riesgos.
Una opción válida es utilizar un entorno virtualizado como VirtualBox. Hay que admitir que se trata de una solución más complicada debido a la instalación de un sistema operativo adicional y su configuración interna, pero también existe el caso en el que un software como VirtualBox no puede instalarse, principalmente debido a limitaciones de hardware. Para esos casos, los usuarios pueden recurrir a Sandboxie, un programa que si bien no trabaja como un virtualizador, logra resultados similares. Básicamente, lo que hace Sandboxie es "encapsular" la ejecución de un programa, todos los archivos que crea y modifica, y aislarlo del resto del sistema. El programa cuenta con un tutorial que es prolongado, pero fácil de seguir. Todos los archivos que se creen o se descarguen a través de un entorno Sandboxie son colocados en una carpeta temporal, los cuales el usuario podrá extraer luego y llevar al sistema "real". Existen varias opciones de configuración, pero la más sencilla es utilizar el menú contextual para iniciar un programa dentro de "Sandboxie". Se puede identificar fácilmente a los programas ejecutados dentro de Sandboxie, ya que su título aparecerá encerrado entre símbolos numerales y corchetes.
Sandboxie trabaja de forma muy similar a lo que hemos visto en programas como DeepFreeze, utilizados de forma masiva en terminales públicas. La única diferencia es que DeepFreeze trabaja de forma general en todo el sistema bloqueando todos los cambios y restaurando el estado original del ordenador con sólo reiniciarlo, mientras que Sandboxie se limita a los programas que se ejecutan dentro de su entorno. Una muy buena opción para aquellos que prueban nuevo software muy seguido, y que no pueden (o no quieren) recurrir a entornos virtualizados para hacerlo. Si Sandboxie tiene un punto en contra, es que no se trata de un freeware. El costo de su licencia se ubica actualmente en €26, algo que no todos estarían dispuestos a pagar. Al mismo tiempo, el programa no funciona con plataformas de 64 bits, y no es probable que lo haga. En esos casos, la virtualización será mucho más viable.