Sabemos muy bien que los grandes nombres del mercado tienen un interés específico por la realidad virtual, pero la mayoría está esperando a que el Oculus Rift rompa el hielo. Mientras tanto, la gente de Samsung ha establecido un importante acuerdo de colaboración con Oculus VR. Por un lado, el gigante surcoreano proveerá pantallas OLED de alta resolución, y por el otro, Oculus se encargará del software.
Hay momentos en los que siento que al Oculus Rift se le está acabando el tiempo. Imagino que se trata de una reacción natural frente al riesgo de un nuevo vaporware. Los kits de desarrollo del Oculus Rift están por todas partes (lo que hace bastante difícil llamar al headset vaporware), pero cualquier novedad sobre su versión comercial se ha mantenido fuera del radar. Los más optimistas creen que el Oculus Rift para el consumo general verá la luz antes de fin de año, mientras que el resto considera al primer cuatrimestre de 2015 como una estimación más saludable. El hardware “parece” estar listo, sin embargo, el riesgo más grande de la realidad virtual es que el contenido destinado al headset defraude a los usuarios. En más de una ocasión he visto comentarios que citan al perturbador Virtual Boy de Nintendo. Suena a exageración… pero el miedo está allí, y no tiene sentido esconderlo.
Oculus VR tiene las manos llenas ahora que se encuentra bajo el ala de Facebook, aunque las últimas noticias indican un acuerdo de muy alto perfil con Samsung. Durante los últimos días surgió la posibilidad de que el fabricante coreano lance su propio headset compatible con dispositivos móviles. Ahora, este teórico headset contará con la colaboración de Oculus VR. Básicamente se trata de un intercambio tecnológico: Samsung posee las pantallas OLED de alta resolución (por arriba de 1080p) que Oculus necesita instalar en las futuras generaciones del Rift, y a cambio, lo que tiene Oculus VR para ofrecer es acceso anticipado a sus paquetes de desarrollo de software móvil.
Otro detalle particular es que la solución de realidad virtual de Samsung usaría la propia pantalla del dispositivo móvil, en vez de contar con pantallas integradas, como sucede con el caso del Rift. Todo el rastreo de movimiento y el posicionamiento estaría a cargo del headset, desactivando los sensores presentes en el smartphone. Cualquier posibilidad de realidad aumentada probablemente quede fuera de los planes iniciales por cuestiones de latencia, pero la idea de usar la cámara principal del smartphone como “ventana” para ver lo que estamos haciendo no suena nada mal. Como era de esperarse, tanto Samsung como Oculus VR apelaron al “silenzio stampa”…