Exactamente un año atrás, Samsung presentó nuevos modelos en sus populares series de SSDs 850 PRO y 850 EVO con una capacidad de dos terabytes. Con ese lanzamiento, el clásico fantasma de la baja capacidad en las unidades de estado sólido fue desterrado, y desde entonces quedó claro que era cuestión de tiempo para que el gigante surcoreano aumente aún más el espacio de sus unidades. Hoy, nos encontramos con un nuevo Samsung 850 EVO que empuja el límite a cuatro terabytes, sin perder rendimiento y conservando el mismo nivel de consumo que sus hermanos menores.
La evolución de las unidades de estado sólido ha sido extraordinaria, tanto en el aspecto del rendimiento como en el del costo. No importa qué tan ajustado sea el presupuesto del usuario, lo más probable es que logre encontrar un SSD a su medida, y obtenga un decente «salto» de velocidad sin incendiar sus bolsillos. Pero el pulso de los SSDs se mide a través de la alta gama, y eso nos coloca en un territorio completamente dominado por Samsung. Sus series EVO y PRO han establecido una especie de «1-2» que continúa noqueando a sus competidores directos, y que sólo se ve superado por productos muy específicos, incluyendo a soluciones basadas en la interfaz PCI Express. Si a esto añadimos los avances en memoria V-NAND (que ya tuvo su debut con el SSD portátil T3), la siguiente marca a alcanzar para los SSDs comerciales de Samsung es la de los cuatro terabytes.
Bien, dicha marca ya es historia. En el día de ayer, Samsung levantó el embargo sobre su nuevo SSD 850 EVO de cuatro terabytes. Este ejemplar de la serie EVO utiliza la misma controladora que su hermano de dos terabytes, lo que establece un rendimiento muy similar (550 MB/s de lectura, y 520 MB/s de escritura), pero la clave para el aumento de espacio se encuentra en los nuevos chips de 48 capas y 256 gigabits. Samsung reporta que el consumo de energía es de hecho menor al que encontramos en el ejemplar de 2 TB, aunque en el mercado general, un par de décimas de vatio no representan una diferencia considerable. Los parámetros de resistencia / garantía son idénticos en ambos modelos: 300 terabytes, o cinco años (lo que suceda primero).
En lo que se refiere al precio, bueno… espero que estén sentados: 1.499 dólares. El número colocado sobre la mesa y sin anestesia parece escandaloso, sin embargo, una vez que calculamos el costo por gigabyte (37 centavos de dólar / GB), resulta mucho más razonable. Con el paso de los meses será inevitable para este SSD bajar su precio, pero la gran duda es a qué tipo de usuario busca seducir. Personalmente pienso en dueños de ordenadores portátiles con una enorme necesidad de espacio. Después de todo, son cuatro terabytes en un formato estándar de 2.5 pulgadas.