Si hay un país que en estos días tiene muy buenas razones para montar una defensa contra asteroides, es Rusia. El meteorito de Chelyabinsk era “un pequeño” en comparación con otras rocas que están flotando en el espacio, y aún así logró herir a 1.500 personas. No se necesita mucho para imaginar lo que podría provocar algo más grande, por lo tanto, la agencia espacial rusa ha comenzado a explorar opciones para activar un programa de defensa, que completaría su primera fase a finales de este año.
Siempre hay momentos en los que la realidad supera a la ficción. El cine ha explorado en varias ocasiones cómo sería salvar a la Tierra de un asteroide, pero el meteorito de Chelyabinsk dejó en claro que el espacio tiene una opinión muy diferente al respecto. Es cierto que el meteorito era un poco más grande que un bus escolar, y que la raza humana nunca estuvo en peligro, aunque los 1.500 heridos tal vez piensen otra cosa. En octubre de 2013 se cumplirán 56 años desde el lanzamiento del Sputnik. Es más de medio siglo, pero nos guste o no, seguimos siendo recién nacidos en cuanto a exploración espacial se refiere. Las agencias espaciales alrededor del globo tienen una idea de cuáles son los asteroides más peligrosos, sin embargo, “tener una idea” no evita que lleguen a la Tierra.
Con eso en mente, Vladimir Popovkin, Director General de la Agencia Espacial Federal Rusa (léase “Roscosmos”) reveló en una conferencia frente a los legisladores del Consejo de la Federación (la cámara alta rusa) que se están considerando planes para enfrentar a estas amenazas espaciales. La fase inicial podría estar lista a finales de este año, pero no sería más que el esqueleto de un programa cuyo desarrollo debería extenderse hasta el año 2018. Sistemas de alerta, entrenamiento frente a emergencias y por supuesto opciones de deflección serían parte del proyecto, cuyo costo no ha sido anunciado oficialmente, pero que se estima en el orden de los 1.900 millones de dólares.
En la misma conferencia, Oleg Shubin, Director del Departamento de Municiones Nucleares de la agencia estatal Rosatom, habló de la posibilidad de utilizar armamento nuclear para alterar el curso de un asteroide o incluso destruirlo. Como ejemplo, dijo que un asteroide de un kilómetro demandaría una bomba de más de un megatón, y lo considera “una tarea científica aparte” que debe ser resuelta. Otro aspecto que planea cubrir Rusia es el monitoreo de 99942 Apophis, que bajo las condiciones adecuadas impactará a la Tierra en abril de 2036. La NASA ha calculado que la probabilidad de impacto de Apophis es de una en 140 millones, pero los rusos instalarían de todos modos un sistema de rastreo en 2029 para establecer su órbita con mayor precisión.