Que es bueno, que es malo, que no es un desastre pero tampoco lo mejor que le pasó al mundo, y sí, que se le da una cobertura a veces desproporcionada. Sea como sea, cada vez que Apple estornuda sobre el iPhone, el iPhone es noticia. Podemos culpar a la maquinaria de marketing de Jobs, a las virtudes del teléfono, o las dos cosas. Lo cierto es que a muchos les interesa saber qué es lo próximo. Y, si hay que creerle a los rumores, lo próximo es una revisión de hardware completa, cuyo resultado sería el verdadero iPhone 2.
La cosa viene más o menos así: El nuevo firmware de iPhone, analizado por MacRumors, cuenta con unas líneas de código que hacen referencia a un modelo del producto que no es el actual. El primer iPhone salió con la clasificación 1.1, el iPhone 3G es el 1.2, el nuevo firmare (ver debajo) hace mención a la versión 2.1. Como sabrán los que están acostumbrados a seguir los numeritos de las versiones de software o hardware, un salto tan drástico en la numeración generalmente significa un cambio significativo. En el caso de Apple no es diferente. La primera versión de iPod Touch fue la 1.1, el salto al 2.1 vino con una revisión completa de hardware que incluyó un altavoz, controles de volumen, soporte de micrófono y un procesador más rápido.
Hasta aquí llega lo que se sabe. Todo lo demás es especulación. ¿En qué se podría mejorar el iPhone, en caso que este rumor lleve algo de verdad? En muchas cosas. Desde lo que se refiere a la política empresarial, hasta limitaciones del hard que definitivamente deben ser corregidas. El rumor más concreto es que esta revisión estaría enfocada a darle al teléfono mayor poder para correr videojuegos. Y, si se piensa, no es tan descabellado considerando que hoy es líder en ventas en su sector (móviles). Se habla de un procesador de cuatro núcleos y del PowerVR SGX543, un GPU capaz de lidiar y de explotar estos núcleos múltiples (que ha sido puesto a punto recientemente por Imagination Technologies). Nada de esto es oficial, todo pertenece al inestable terreno de la rumorología. Cuidando dónde pisas, al fondo podría estar la decepción.