La serie Mario Kart es una de las más populares en los sistemas Nintendo, principalmente por el alto nivel de acción que ofrece a los jugadores. Ahora, imagina trasladar bananas, misiles y otros trucos a una carrera de karting real, usando robots conectados a iPhones como coches. Eso es exactamente lo que está prometiendo RomoCart.
Hace un par de meses tuve una especie de “sobredosis de Mario Kart”, recorriendo todos sus títulos a partir de la versión de Super Nintendo. Lamentablemente no tengo acceso a una Wii U en estos momentos, por lo que no puedo disfrutar de cosas como la famosa “Mirada Mortal de Luigi” (era hora de que perdiera la paciencia), pero fue suficiente Mario Kart en muy poco tiempo, y por ahora estoy satisfecho. ¿Qué es lo que llama tanto la atención de estos juegos? En lo personal, creo que es la posibilidad de que una carrera aparentemente perfecta se vaya por el caño en la última curva. Me ha pasado muchas veces, y uno no puede sentir otra cosa más que impotencia al ver en la repetición cómo es que ese condenado caparazón rojo salió de la nada y nos hizo volar por los aires a metros de la línea de llegada. Es frustrante, y la catarata de insultos resulta inevitable, pero siempre volví por más. Ahora, imagina eso en una carrera con robots, sobre un circuito proyectado.
El nombre para ese sistema es RomoCart. Está basado en los pequeños robots educativos Romo, que a su vez requieren un dispositivo iOS compatible. También necesita una cámara Asus Xtion para detectar movimiento (puede ser reemplazada con un Kinect), y un proyector encargado de reproducir el circuito en el suelo. De acuerdo al estado de la habitación, el circuito puede cambiar su forma, lo que garantiza un nuevo desafío cada vez. Los robots/kartings son controlados a través de gamepads inalámbricos, y a disposición de los jugadores hay diferentes recursos, como misiles y bananas, destinados a retrasar al oponente. La mejor parte es que los jugadores tienen la chance de intervenir físicamente en la carrera, por ejemplo, usando un pie para bloquear misiles.
Su implementación no es para nada sencilla, pero se espera que los responsables publiquen el código de RomoCart muy pronto. A esto debemos sumar el costo de cada Romo (129 dólares) y del dispositivo iOS, lo que incrementa aún más la cuenta final. De todas maneras, la existencia de RomoCart seguramente permitirá a los entusiastas crear un sistema similar compatible con otros robots más económicos, además de dispositivos Android. Con un mercado de videojuegos saturado, nunca está de más dar un giro hacia una forma de entretenimiento más “física” por así decirlo. RomoCart está muy verde, pero se traslada por el camino correcto.