Uno de los errores más serios que podemos cometer como entusiastas del DIY es pensar que ya está todo inventado. ¿Cuántos recreativas basadas en el Raspberry Pi hay allá afuera? La respuesta es «muchas», pero la mejor parte es que nadie está obligado a copiar cada paso de la construcción, y encontramos mucho espacio para expandir y optimizar. Una buena prueba de ello es la recreativa ROMBUS-CT de Matt Brailsford, que añade soporte de dos jugadores adoptando el clásico formato «cóctel».
Un punto que muchos entusiastas remarcan sobre el diseño de recreativas es el espacio. Al final del día, no todos tienen el lugar suficiente para conservar a estas magníficas torres, pero con algunas modificaciones, la magia de las pantallas planas y el Raspberry Pi, hoy es posible crear sistemas compactos que no le envidian nada a las clásicas cabinas. Siendo honesto, creo que es más conveniente crear un «arcade Raspberry Pi» antes de arrojarse a la tormenta de mantenimiento que demandan las recreativas antiguas. Si el bicho del DIY pica lo suficientemente fuerte, pasará poco tiempo antes de que comiencen a buscar planos, y los mejores precios de componentes. Dicho eso, ¿qué tal un poco de inspiración? Para todos aquellos que desean construir pero les preocupa el espacio, aquí tienen a la ROMBUS-CT.
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ROMBUS-CT es un desarrollo de Matt Brailsford, mejor conocido como «Circuitbeard». Brailsford explica en su sitio oficial que deseaba llevar una recreativa a un evento en el cual participa, CodeCabin. Con anterioridad creó un sistema aún más compacto, el ROMBUS3000, pero en esta ocasión quería una recreativa pensada para dos jugadores. Eso lo llevó a adoptar un formato de cabina cóctel, botones Sanwa de 24 milímetros, y una pantalla LCD de ocho pulgadas que puede ser alimentada directamente por el Raspberry Pi. Por supuesto, contar con una cortadora láser le da a Brailsford una enorme ventaja, aunque insisto en que no es necesario seguir su construcción un paso a la vez. Además del cableado, otro detalle que necesitó cierto esfuerzo fue la configuración de RetroPie.
De más está decirlo, el resultado es extraordinario. La ROMBUS-CT conserva el espíritu de las viejas recreativas cóctel, al mismo tiempo que mantiene el «factor espacio» a raya. No lo voy a negar: Me encantaría hacer algo así. No tengo idea de dónde la colocaría, y la humedad en esta cueva a la que llamo hogar tiende a destruir todo lo que fue fabricado en madera, pero me gustaría mucho «tener ese problema».