Incrementar la cantidad de motores en un robot (además de reducir su tamaño y su consumo de energía) ha permitido que logren algunos movimientos en verdad impresionantes, pero los motores no son suficientes para alcanzar niveles superiores de realismo y precisión. Sin embargo, en el Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Universidad de Zurich se han propuesto un desafío a través de Roboy, un avanzado robot humanoide basado en tendones que buscará emular al ser humano, a tal punto que incluso tomará nueve meses construirlo.
Existen algunos proyectos robóticos que prácticamente están pidiendo permiso para cruzar el Valle Inexplicable. “Casi, pero no tanto” es una frase contra la que han luchado muchos robots, pero de a poco van ganando cierta ventaja, cortesía del notable avance tecnológico. Recientemente hemos visto a Kenshiro, que busca emular al ser humano desde su interior, utilizando músculos planos que se asemejan a sistemas de poleas. No quedan dudas de que los músculos y los tendones son una solución superior (después de todo, nosotros somos la prueba), e imitarlos se ha convertido en uno de los objetivos principales para los expertos en robótica (además de la propia construcción del robot, claro).
Apariencia, funcionamiento, precisión… son desafíos muy complejos, pero en el Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Universidad de Zurich han decidido agregar uno más: Tiempo. El robot ha sido bautizado como Roboy. De acuerdo al portal oficial, más de diez compañías e institutos alrededor del mundo participan en el desarrollo de Roboy, que busca ser el robot humanoide basado en tendones más avanzado de su tipo en todo el mundo. El truco, está en que planean fabricarlo en un lapso de nueve meses. Otros proyectos han requerido años de investigación y desarrollo, pero si todo va bien, Roboy logrará “nacer” en el sentido simbólico de la palabra.
Como no podía ser de otra manera, un robot tan complejo en un tiempo tan corto requiere de un presupuesto considerable, por eso es que Roboy apela al popular mecanismo de crowdfunding. En total, Roboy necesita de 500 mil francos suizos (poco más de 400 mil euros) y ya ha superado la mitad de ese monto, por lo que todos los caminos llevan a 2013 (probablemente febrero o marzo) como el año de la creación de Roboy. En esencia, Roboy será lo que se conoce como “robot de servicio”, destinado a asistir a personas en múltiples entornos, desde industriales hasta hogareños.