Justin Werfel y Kirstin Petersen se encuentran trabajando en un enjambre de robots autónomos para construir estructuras. Los pequeños trabajadores pueden cooperar para construir estructuras como si fuesen termitas, tomando decisiones basadas en su entorno sin control humano. Conozcamos más de los robots “termitas” que construyen castillos de forma autónoma.
Justin Werfel del Instituto Wyss de Ingeniería Biológica (perteneciente a la Universidad de Harvard) se encuentra trabajando en un enjambre de robots autónomos que pueden cooperar para construir estructuras como si fuesen termitas, tomando decisiones basadas en su entorno sin control humano. El trabajo en equipo se produce al darles un modelo matemático de la estructura a ser construido, por ejemplo, una pirámide. Cada robot utiliza este modelo para calcular dónde colocar un bloque, actualizándose cada vez que uno de ellos haya completado un espacio para así no colocar un bloque en el mismo lugar. Además de las pirámides, los robots pueden construir torres y castillos. Veamos a continuación cómo construyen un castillo de forma autónoma:
Cada robot cuenta con sensores básicos de ultrasonido e infrarrojos, así como un acelerómetro interno, para averiguar cuántos bloques se han colocado, y dónde ubicar el siguiente en medio de la construcción. Kirstin Petersen, la persona a cargo del diseño y construcción de los robots y que además participó en el Proyecto Termes de Robots Autónomos, dijo que los robots nunca van a construir cualquier cosa fuera de un entorno académico, y que mediante simples reglas los pequeños constructores ya pueden trabajar en equipo. Los robots con forma de escarabajo fueron construidos por una impresora 3D.
Están equipados con cuatro ruedas-piernas, llamadas whegs, que les permiten moverse hacia adelante, hacia atrás, girar, escalar y bajar, todo eso a un paso a la vez. También poseen un cargador frontal para recoger y sostener los bloques. La idea de Werfel es utilizar a estos robots para realizar construcciones más complejas, especialmente en aquellos trabajos que para las personas les resulten demasiado complicado o arriesgado de realizar. “Algún día estos robots podrían usarse para construir en zonas peligrosas, bajo el mar o en el planeta Marte” dice Justin Werfel. Sólo podemos confiar en que tenga éxito.
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