En Neoteo hemos visto robots haciendo mil y una actividades en pos de demostrar sus avances y la capacidad de emular cada vez con mayor éxito movimientos, comportamientos y hasta emociones humanas. Incluso llegando a tocar áreas peligrosas, la influencia de los robots en futuro próximo es una realidad difícil de negar y por eso decidimos echarle una mirada a unos vídeos recientes sobre qué están haciendo los robots hoy día mientras nos preguntamos, ¿estamos creando a nuestros asistentes en la mejora de la vida o a nuestros futuros enemigos?
En vista de que en estos días nos hemos topado con algunos nuevos vídeos sobre robots que están haciendo nuevas operaciones y actividades en las que demuestran sus últimos avances o el ingenio detrás de sus ingenieros en utilizarlo para nuevas tareas, decidimos escribir un artículo corrido un poco de la seriedad que los unos y ceros demandan. En éste listamo 5 nuevos vídeos donde se ve a los robots realizando actividades que tienen una doble perspectiva de utilización, tanto para nuestro bien como para nuestra caída como especie. Así que a abrir esas mentes y jugar un rato a cómo impactarían en nosotros si estos ciber seres se despertaran y se rebelaran ante sus creadores, mezclando un poco de sorna con ciencia. En resumen, un artículo para que si desde el futuro alguien está visitando esta entrada, sepa advertirnos desde los comentarios si algo de esto que están haciendo los robots hoy en día se nos fue de las manos y las cosas se complicaron. Que lo disfrutes.
Evolucionando
(cooperando y uniéndose por parentesco genético)
La evolución en los seres vivos no es meramente un fenómeno biológico, sino que hasta puede tomarse como base para intentar comprender y dar forma a un sentido de la vida. Como tal, esta piedra angular de la existencia representa también un objetivo en la misma creación de robots, y es por este motivo que hay que empezar a mirar más de cerca qué es lo que están haciendo los micro-robots Alice. Estos seres mecánicos creados en el Instituto Suizo EPFL están dotados con un trabajo de genética digital (en base a términos binarios) que les permite aprender conductas y comportamientos.
La función principal de los robots Alice es recolectar alimento para su propia manutención (en términos teóricos, por supuesto. No es que los vas a ver robando galletas de tu dispensario.) Hasta ahí algo admirable, pero lo más interesante del caso fue cuando los investigadores los pusieron en una encrucijada con respecto al destino de la comida, ya que les dieron la opción de quedarse con el alimento para ellos mismos o repartirlo a sus congéneres. El resultado de este experimento demostró que los robots de similar genética compartían entre sí, confirmando una actitud evolutiva basada en el altruismo o la solidaridad grupal, posibilitando que ese grupo de genes se mantenga en el tiempo. Este tipo de experiencias muestran a la Regla de Hamilton o Selección de parentesco en acción, en la que la sobrevivencia de algunas frecuencias génicas se debe a la coparticipación emparentada en la alimentación y protección. Wow.
Posicionándose y marchando
(Deletreando palabras en grupo)
Con toda la paranoia que siembran las películas de ciencia ficción, las experiencias científicas recientes o los artículos como este en algunas mentes susceptibles, la investidura militar en los robots es algo que el público en general no quiere ver en mucho tiempo, sino nunca. Por ahora la pesadilla está lejos, y eso es así más allá de que en el laboratorio GRITS (Georgia Robotics and Intelligent Systems) los mini robots realicen movimientos y formaciones en grupo guardando coordinación, economía del espacio y energía, y consideración de variables lógicas a través de un ejercicio que por su simpleza podría parecer poco importante: deletrear palabras.
Estos robots en miniatura pueden determinar puntos de posicionamiento individual con respecto al grupo a través de un algoritmo de relación geoespacial y evidenciar también cambios en la estructura formada, para solucionarla y evitar que se rompa el resultado de la formación. Los 15 robots llamados Khepera están provistos de ruedas para desplazarse y de conectividad grupal a través de emisores y repectores WIFI, además de visión lineal, Linux y diferentes módulos que tienen el soporte de más de 10 años de desarrollo en robótica por GRITS.
Desarrollando agilidad
(Bailando)
El baile de Mr. Roboto generó tanto admiración a los break dancers como risas y algún aplauso aislado a quienes no nos llevamos bien con el ritmo. Este tipo de danza que imitaba los movimientos de los robots a principios de los 80 se está volviendo obsoleto debido a los avances en mecánica de articulación y generación de movimientos irregulares en los robots actuales. Una muestra de esto es el robot Sarcos, que imita los toscos movimientos de sus ingenieros en pos de crear un pequeño baile. Es de notar la estructura motriz con la que está equipado, pues gracias a ella puede valerse de la captura de movimientos por cámaras instaladas en un espacio determinado y convertir tus movimientos en los suyos con una agilidad bastante lograda.
El Sarcos, creado en el Carnegie Mellon Institute tiene una combinación de peso y dimensiones similares a las humanas, y su capacidad de imitación también es consecuencia de su sistema de búsqueda inmediata de balance, con lo que no sólo emula más fehacientemente nuestros movimientos, sino que también puede recuperar su equilibrio ante un empujón de baja energía. Otra batalla perdida, a menos que hagamos que nos imite mientras supuestamente nos desactivamos el módulo energético.
Practicando combate cuerpo a cuerpo
(Peleando en olimpiadas)
Si a quien ideó a los robots más entrañables de la ciencia ficción o incluso al que planificó a los Zords de Power Rangers le hubiéramos dicho que en un futuro cercano los robots no sólo sabrían Kung-Fu, sino que también harían exhibiciones y competirían en olimpiadas robóticas de gran envergadura, nos hubieran contratado como guionistas. Por estos días no es nada nuevo ver a un robot haciendo artes marciales, pero cuando lo juntamos con evolución y trabajo grupal, agilidad de movimiento y formaciones militares, que un robot sepa kung-fu o boxeo se puede convertir en algo para lo que tener la guardia en alto. Este es el caso de los participantes de las RoboGames que, además de jugar el campeonato de fútbol, levantamiento de pesas y otras competiciones, hicieron deleitar al público en un combate en base a golpes de puño y patadas comandadas por valores binarios. En el video se puede observar a los Kung-fu Bots demostrando ganchos mecánicos, patadas eléctricas y una desorientación aún muy evidente, pero que combinado con los Khepera podría dar miedo. Igualmente, mientras no aprendan la técnica de los cinco puntos de Pai Mei o se conviertan en ninjas, estamos a salvo.
Afinando la puntería y la motricidad fina
(mientras juegan al Angry Birds)
Por ahora hemos venido sorteando el peligro gracias a la deficiencias de nuestros némesis, pero en paralelo seguimos dándoles escenarios y tecnología con las se puedan entrenar para ser más mortíferos. Y qué mejor que darles la posibilidad de mejorar su precisión y la motricidad fina tan útil para realizar las cirugías complejas que tantas vidas salvan a través de copiar una sesión de juego de Angry Birds. La idea de la compañía finesa OptoFidelity fue crear un robot de dos dedos de alta precisión en movimiento y en detección visual utilizando un sistema de programación en tiempo real y diferentes plataformas de software y hardware distribuidas por National Instruments. Con este equipamiento se logró registrar los movimientos finos que un humano le hacía a un dispositivo mientras jugaba Angry Birds y se reprodujeron al instante por el robot de OptoFidelity que, parece, no tuvo ningún problema moral en reventar a los cerdos verdes y mucho menos en cuanto a puntería. Optofidelity hizo esto como una demostración de su capacidad de ser modificado para realizar diferentes actividades tanto en el rubro de la industria pesada como en la médica, y su amplitud de controladores compatibles la hacen una gran herramienta para trabajos finos y delicados.
Epílogo
Además de estas ingenuas tareas, que extrapoladas a una eventual toma de conciencia violenta por parte de los robots pueden significar la perdición de nuestro penoso reinado, los robots también están preparando café, girando como insectos para defenderse, reciclando basura y creando una flota de avioncitos de papel.
Está claro que en vista de cómo vamos, las habilidades de los robots continúan progresando tanto en precisión como en extravagancia, y para entender mejor el futuro que se nos viene encima hay que seguir de cerca cada nueva invención relativa a esta tan ambigua rama de la ciencia que, en los años próximos, y si todo va bien, será más protagonista de hacernos fáciles las cosas y salvar vidas, que de quitárnosla. Así que sacudámonos los miedos afuera y disfrutemos. Al menos por ahora…