A diferencia de los cuerpos rígidos y metálicos de C-3PO y Terminador, los robots del futuro tendrán una piel suave y flexible.Nuevas investigaciones se orientan a la creación de robots que sean más parecidos a animales, al menos en lo concerniente a su flexibilidad. Esto los haría mas útiles en áreas que van desde la medicina a la exploración espacial.
Los bordes afilados no constituyen ningún problema en las estructuras de un robot dedicado, por ejemplo, a la fabricación de automóviles. Sin embargo, en otros entornos, dichas aristas son inaceptables. Barry Trimmer, codirector del programa de biomimética de la Universidad de Tufts sostiene que “muchas máquinas incorporan material flexibles en sus juntas, y son muy rápidos, fuertes y robustos, pero no existe una tecnología actual que pueda alcanzar el rendimiento de un animal moviéndose en la naturaleza” . Una de las principales diferencias entre robots y animales es justamente el material del que están hechos.
Imagina una topadora, máquina rígida si las hay, construida con materiales flexibles: tendría la posibilidad de doblarse y arrugarse, de manera que podría pasar por lugares mas estrechos, o girar de formas que a una maquina rígida le resultan imposibles.
Justamente, Trimmer se encuentra desarrollando un circuito neural que sería el encargado de comandar una topadora con estas características. “Es bastante complicado crear un software eficiente que pueda sacar partido de estas características. Esta es la razón por que los robots de mueven como lo hacen y no como seres vivos”, declaro David Kaplan, compañero de Trimmer.
Aplicando las técnicas que estos científicos están desarrollando, los robots serian capaces de escalar superficies texturadas, deslizarse colgados de un cable, o reptar en espacios estrechos. Los robots dotados de cuerpos flexibles podrían efectuar trabajos peligrosos de una manera más segura y eficiente. Seria viable, por ejemplo, su empleo en el espacio para acceder a sitios de las estaciones espaciales que son inaccesibles para los astronautas. También es posible utilizarlos en sitios altamente peligrosos, como reactores nucleares o en la detección de minas terrestres.