Aunque parezca un tema propio del siglo XVI o XVII, la piratería es un problema en las cercanías de Somalia, donde la semana pasada buques de los EE.UU. disparó contra dos embarcaciones piratas que habían secuestrado un barco japonés. Para solucionar el problema, se estudia emplear una serie de barcos robots como patrullas en la zona.
La piratería, y no nos referimos a la copia de contenidos con derechos de autor sino al secuestro o robo de barcos, vuelve a ser un problema. Resulta difícil de creer que, en un mundo rodeado de satélites espías, alguien pueda robarse un barco. Pero ocurre, y con una frecuencia preocupante: La Oficina Marítima Internacional ha detectado este año un 14% de aumento en los ataques piratas en todo el mundo.
El objetivo de estos piratas del siglo XXI son los equipos de comunicaciones, aunque no son raros los casos en que secuestran barcos completos. En un caso particularmente preocupante, los secuestradores ejecutaron a un miembro de la tripulación de un buque Taiwanés para que se cumpliesen sus demandas.
Una posible solución al problema que planea patrullar grandes zonas marítimas consideradas “de riesgo” es la utilización de barcos robóticos. Estos buques de superficie no tripulados (USVs, por Unmanned Surface Vessels) son el equivalente marino de los aviones de reconocimiento no tripulados que se utilizan cada vez con mayor frecuencia. La Marina de EE.UU. ha probado por lo menos dos modelos de USV, pequeños pero armados hasta los dientes, especialmente diseñados para patrullar puertos y defender los buques. Además, la Guardia Costera ha expresado su interés en el “Protector”, un USV de más de 10 metros de largo construido por BAE Systems, Lockheed Martin y la israelí RAFAEL.
El Protector no fue específicamente diseñado para luchar contra la piratería, pero en algunas pruebas ha sido equipado con una ametralladora de 7.62mm, convirtiéndose en un robot que puede cumplir perfectamente esa tarea. La idea es utilizar este tipo de robots para investigar barcos sospechosos sin necesidad de arriesgar la vida de una tripulación humana.
Una de las tácticas favoritas de los piratas modernos consiste en efectuar una llamada de socorro, y emboscar a cualquier buque que acuda a ayudar. Un robot puede enviarse desde una distancia segura, con sensores, micrófonos y altavoces a bordo, para que se pongan en contacto con el barco que parece estar en problemas. Navegando a una velocidad de casi 80 Km/h, un USV del tamaño de un jetski puede ser suficiente incluso para impedir ataques terroristas como el que Al Qaeda llevó a cabo contra el USS Cole en diciembre de 2000.
Estos robots-patrulla pueden funcionar de forma autónoma u operados de manera remota, y llevar a cabo misiones de reconocimiento o de ataque. Son capaces de recorrer grandes extensiones en mar abierto, sin necesidad de permanecer dentro del radio de alcance de un buque determinado. Si bien podrían ser equipados con armas letales, en principio se los dotaría con un cañón de agua u otro tipo de sistema ofensivo no letal, operando simplemente como centinelas.
A pesar de que el Protector es utilizado por las armadas de Israel y Singapur, la Marina de EE.UU. aún no los emplea. Pero si la piratería sigue aumentando en todo el mundo, tal vez sólo cuestión de tiempo para que el sector privado decida comprar algunos barcos no tripulados para utilizarlos como defensa de sus naves.
cibercrack2006@hotmail.com dice nunca me paso or la cabeza que hastaese punto llegase el hambre de las personas por hacer algo que te resulte facil, y te de un buen botin. no hay nada mejor como un trabajo honrado, legal y ético. me da lastima que esos recursos se destinen a problemas que se pueden solucionar con educasión. pero no empezamos por invertir ahs es todo. educasión