En reiteradas ocasiones hemos hablado sobre el potencial de los exoesqueletos dentro de la industria pesada. Incrementar la productividad de los trabajadores y garantizar su seguridad al mismo tiempo debería estar dentro de las capacidades de cualquier exoesqueleto con objetivos industriales, y en esta ocasión, descubrimos que la gente de Daewoo ya se encuentra optimizando a su prototipo RoboShipbuilder.
Si necesitas construir un barco, lo más probable es que tu primera parada sea Corea del Sur. Allí encontrarás a tres verdaderos gigantes de la industria: Daewoo, Hyundai y Samsung. Por supuesto, estos titanes enfrentan una brutal competencia proveniente de China y Japón, pero hasta ahora han logrado concentrar el podio en territorio surcoreano. La necesidad de barcos más grandes (piensa en 400 metros de largo por 60 de ancho) y tiempos de construcción más cortos obliga a explorar todas las alternativas posibles, y eso incluye la introducción de exoesqueletos en las líneas de producción.
Si bien la presencia de robots en los astilleros de Daewoo es significativa (a modo de ejemplo, el 68 por ciento de todas las soldaduras ya están automatizadas), hay que mantenerlos alimentados con componentes, los cuales no son muy livianos que digamos. Ahí es cuando aparece el RoboShipbuilder. Por lo que he podido averiguar, las pruebas sobre este exoesqueleto comenzaron el año pasado. El prototipo actual tiene un peso de 28 kilogramos, que pasan completamente desapercibidos para el usuario gracias a su construcción en aluminio, acero y fibra de carbono. Además de su propio peso, el RoboShipbuilder permite levantar y sostener piezas de hasta 30 kilogramos, y la autonomía de su batería se extiende a tres horas. Si el operario mide entre 1.60 y 1.85 metros de alto, puede usar al RoboShipbuilder sin inconvenientes.
Por el momento, el diseño del exoesqueleto RoboShipbuilder habilita a los trabajadores a moverse de forma “normal”, y aunque los resultados fueron positivos, los próximos objetivos son tanto incrementar la velocidad máxima de movimiento como la carga límite. Daewoo quiere una “versión 1.0” del exoesqueleto capaz de levantar piezas de cien kilogramos, un número para nada despreciable si tenemos en cuenta el entorno de trabajo. Daewoo recibió dos contratos de 1.900 millones de dólares cada uno para construir veinte súper-cargueros destinados al Grupo Maersk, de los cuales ocho aún están en construcción, y uno se encuentra realizando pruebas de mar. En otras palabras, Daewoo necesita cada pieza de tecnología que pueda usar, y el exoesqueleto RoboShipbuilder encaja a la perfección.