Hemos visto muchas cosas extrañas que provienen de tierras niponas, y cada vez que pensamos que ya no nos pueden tomar por sorpresa, aparece algo nuevo. Honestamente no sé si existe algo que pueda superar a las orejas de gato o a la cola de gato, pero en esta oportunidad, tenemos a Robofish, pequeños peces robóticos que parecen tener todo lo necesario para reemplazar a sus equivalentes reales, incluyendo la forma en la que nadan, comen y se agrupan.
En mi casa siempre ha habido preferencia por los perros y los pájaros, pero he visto muy de cerca el tiempo y la dedicación que muchos conocidos aplican sobre sus acuarios (léase “peceras”). Es probablemente una de las tantas cosas que me gustaría tener cerca del ordenador (más allá de la “incomodidad” que provoca tener agua tan cerca de un sistema encendido), pero hay cuestiones de espacio que lamentablemente no puedo solucionar en el corto plazo. Ahora, ¿quién desea tener un acuario lleno de peces robóticos? El concepto de “animal artificial” no es algo ajeno a nosotros, en especial después de haber visto Blade Runner (unas veinte veces en mi caso) y haber leído la novela, pero en Japón lo han llevado a la práctica con el nuevo Robofish.
¿Qué se puede decir específicamente del Robofish? Su fabricante es Takara Tomy, una marca ampliamente reconocida en el mercado de juguetes, y que ha desarrollado productos para franquicias como Kingdom Hearts, Pokémon y Tron. Con la ayuda de un par de baterías, cada Robofish comenzará a nadar de forma bastante similar a la de un pez real. También llaman mucho la atención ciertos movimientos que se asemejan a cuando el pez está comiendo, y la forma en que se agrupan en el fondo del acuario (cuando hay varios de ellos en el agua). Existen varios diseños, y más allá de que es evidente el “aspecto robótico” en cada Robofish, si uno los observa de lejos, probablemente hagan una imitación decente de peces reales.
El Robofish ya se encuentra a la venta, y cualquier interesado deberá dirigirse al portal japonés de Amazon para abonar la suma de 2.980 yenes, algo así como 29 euros por cada pez. El Robofish incluye las baterías, y aunque probablemente estos peces robóticos permitan reducir la inversión inicial sobre un acuario, estamos hablando de más de 200 euros por ocho peces. Personalmente, me quedo con los peces reales, pero no por eso hay que minimizar lo que ha logrado Takara Tomy con el Robofish. La pregunta es: ¿Qué animal sigue?