Hemos hablado en muchas ocasiones de seres humanos que pasaron a ser "cyborgs" por cierto tipo de prótesis tecnológica, pero de lo que no hemos hablado tanto es de animales cyborg. Robo-Croc es el primer cocodrilo cyborg, luego de que su cabeza fuera aplastada por un auto. Pasada la operación, el cocodrilo parece estar sanándose favorablemente y, aunque su recuperación puede no ser completa, podría sobrevivir.
Siempre que hay novedades sobre cirugía reconstructiva o la utilización de prótesis mecánicas en seres humanos intentamos difundirlas, porque cada caso exitoso es un triunfo médico y tecnológico. Pero eso no quiere decir que tengamos que informar solo cuando sucede con un ser humano, porque al parecer, otros animales requieren el mismo tipo de asistencia. Este es el caso de un cocodrilo que luego de la operación decidieron llamar Robo-Croc. Sí, pobrecito.
Robo-Croc es un cocodrilo de tres metros que actualmente vive en el zoológico de Florida. En 2008, este pobre cocodrilo sufrió un terrible accidente, un auto le aplastó la cabeza. Con las heridas de aquella eventualidad no podía comer y su destino parecía asegurado. O eso parecía, hasta que Douglas Mader, del Hospital Veterinario Marathon, propuso una inusual y riesgosa solución. Mader propuso hacer una cirugía reconstructiva en la cabeza del pobre cocodrilo.
La operación tomó lugar hace pocos días y tuvo una duración de cuatro horas. Los médicos le insertaron dos placas metálicas que se extienden a lo largo del hocico y se ubican entre los ojos. Luego le colocaron dos placas más pequeñas a los costados. En total 41 tornillos fueron colocados para mantener el seriamente lastimado cráneo junto.
Una vez terminada la operación, Ron Magill, representante del hospital donde se llevó a cabo la intervención, tuvo algunas palabras para la prensa: “Robo-Croc está evolucionando muy bien. Tenemos cierta responsabilidad con las especies nativas que están en peligro. Las opciones eran: que muera en la mesa de operaciones o que sufra una lenta y horrenda muerte.” Aunque no lo mencionó también había una tercera opción, que era sacarlo de su miseria.
Aunque la operación haya salido mejor de lo esperado, aún queda un largo trecho de evolución: “Nosotros ni siquiera sabíamos si iba a sobrevivir a la operación, así que estamos encantados de que se esté recuperando.” Aún no se sabe cómo evolucionará el paciente y siquiera si podrá sobrevivir, pero el escenario más positivo que encuentran los médicos es que vuelva a poder abrir la boca y comer.
Según Magill, esta no es la primera operación en un cocodrilo, pero nunca se había llevado a cabo una tan ambiciosa. Ahora bien, hay muchas posiciones que alguien podría tomar ante esta noticia. Algunos podrán decir que fue una buena decisión, otros podrán decir que lo mejor hubiese sido acabar con su sufrimiento, ya que la recuperación no podrá ser completa. Pero sin duda, tecnológicamente es muy impresionante, eso es indiscutible De todos modos, no importa cuán noble sea el fin, ponerle 41 clavos a un pobre animal sigue sonando a carnicería.