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Revelan otro propósito para el Mecanismo de Anticitera

Se trata de uno de los descubrimientos más importantes hechos por la humanidad, y al mismo tiempo, un ejemplo contundente sobre algo que aparenta estar «fuera de su tiempo». El Mecanismo de Anticitera acumula más de cien años de estudios, y la opinión de los expertos es que se trata de un sistema con utilidad astronómica, pero gracias a una nueva investigación se llegó a la conclusión de que el mecanismo era una especie de «bola de cristal tecnológica». Dicho de otro modo, tendría la capacidad para predecir el futuro.

El Mecanismo de Anticitera, que recibió su nombre de la isla de Anticitera ubicada al noroeste de Creta, fue descubierto en julio de 1901 (aún se discute si fue un año antes o después), pero casi de forma automática se entendió que se trataba de algo completamente diferente a lo que en términos generales suele recuperarse de un naufragio. Los metales preciosos, las armas antiguas y las vasijas palidecen frente a lo que el mundo considera como el primer ordenador analógico. Las barreras tecnológicas que existían a principios del siglo XX limitaron la complejidad de los estudios que se podían realizar sobre el mecanismo, pero al hablar de la época en la que fue construido, el «margen» se ubica entre los años 100 y 60 antes de Cristo. En otras palabras, ¿quién no estaría emocionado con un ordenador que posee más de dos mil años?

Excelente imagen en rayos X del mecanismo

Técnicamente, el Mecanismo de Anticitera no era algo que se pudiera «programar» en el sentido moderno de la palabra, pero con más de un siglo de estudios sobre sus hombros se determinó que el uso principal era astronómico, anticipando la llegada de eclipses solares y lunares, al igual que la posición general del Sol, la Luna, y los planetas detectados hasta ese entonces. Sin embargo, el jueves pasado un grupo internacional de investigadores hizo un anuncio especial en Grecia. El nuevo análisis confirma una buena parte de lo que ya se sabía del dispositivo, pero con la ayuda de imágenes obtenidas a través de rayos X, fueron capaces de estudiar mucho más de cerca las inscripciones en el mecanismo, algunas de ellas con letras que no superan los 1.2 milímetros. El total de caracteres descubiertos asciende a 3.500, y con esta información adicional, concluyeron que el Mecanismo de Anticitera era a la vez un sistema astronómico, y algo así como una bola de cristal, intentando predecir el futuro.

Esta conclusión se deriva de ciertas porciones en los textos que hablan sobre «el color» de los eclipses, lo cual sugiere que un cambio en el color podía ser señal de buenos tiempos, o un mal augurio. Aún así, los investigadores afirmaron varias veces que el rol número uno del Mecanismo de Anticitera era efectivamente astronómico y no astrológico, y que tampoco se usaba como herramienta de investigación. Un híbrido entre libro de texto y calendario, si se quiere. En cuanto al resto de los detalles compartidos por los investigadores, todo parece indicar que fue construido en la isla de Rodas, que no fue el único de su tipo, y las diferencias en los estilos del texto apuntan a que intervino más de una persona en el desarrollo de sus piezas. ¿Tal vez fue el producto de un taller con varios trabajadores? Aún queda mucho por explorar.

Escrito por Lisandro Pardo

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