El Commodore 128 tuvo el honor de ser la última máquina de 8 bits que comercializaría la empresa creadora del PET. Diseñada por Bil Herd con el ambicioso objetivo de reemplazar al exitoso Commodore 64 y equipada con dos microprocesadores entre sus tripas, era capaz de correr el sistema operativo CP/M 3.0. Su BASIC 7.0 era más completo que las versiones anteriores y sus periféricos mucho más rápidos. Fue presentada durante el CES de Las Vegas en 1985 y podía correr prácticamente todo el software escrito para la C64. Pero a pesar de sus 128KB de RAM nunca pudo alcanzar el reconocimiento que tuvieron otros productos de la marca. Hoy te contamos la historia del Commodore 128.
No hay dudas que reemplazar un producto tan exitoso como el Commodore 64 no iba a ser fácil. Pero era un desafío que los directivos de Commodore debían enfrentar. Ya hacia un par de años que el producto estrella de la marca estaba en el mercado, y a pesar de haberse vendido de a millones, llegando a ser el más popular del mundo, sabían que las ventas -tarde o temprano- tenderían a decaer. Commodore necesitaba tener un reemplazo que mantuviese su liderazgo y así fue como, bajo la dirección de Bil Herd se encaró el desarrollo del Commodore 128.
Herd se enfrentaba al mismo dilema que cada uno o dos años se enfrentan -aún hoy- todos los desarrolladores de hardware o software: ¿como construir algo revolucionario pero que sea compatible con lo que nuestros clientes ya han comprado? En el caso de Commodore, necesitaban una máquina capaz de superar a los últimos modelos de la competencia -incluido el IBM PC que estaba arrasando en el ámbito de los negocios– pero que no dejase “fuera del juego” a los millones de usuarios que cada día encendían sus Commodore 64 para jugar un rato.
Luego de analizar el problema, se decidió implementar un ordenador que fuese capaz de funcionar en mas de un modo. El Commodore 128, como su nombre indicaba, poseía 128 KB de RAM, que estaban dispuestos en dos bancos de 64 KB. Un chip especializado -el 8563 VDC– proporcionaba una salida de vídeo RGBI (por Red-Green-Blue-Intensity ) de 80 columnas, compatible con la norma CGA. El ordenador poseía 16KB de RAM de vídeo. Pero el motivo que hacía de la C128 algo completamente diferente a sus antecesores era que poseía dos microprocesadores. En lugar de utilizar un MOS 6510 como el C64, los diseñadores incorporaron un MOS 8502 -una versión más moderna del MOS 6510- y un Zilog Z80. Como consecuencia de ello la máquina, que a pesar de tener mas de un CPU era incapaz de realizar multiprocesamiento, podía arrancar en “Modo C128” o en “Modo C64”.
El primero de estos modos, al que se llamaba también “modo nativo”, permitía utilizar una nueva versión del BASIC de Commodore, conocida como BASIC 7.0, en el que ya no era necesario escribir decenas de “POKEs” para poder programar algo interesante. El nuevo dialecto agregaba instrucciones especificas para controlar el despliegue de gráficos y sonido, facilitando la labor de los programadores. Este modo también permitía “bootear” con el sistema operativo CPM 3.0 desde un disquete, posibilitando el acceso a miles de aplicaciones escritas para ese SO. Pero si cuando se encendía el ordenador se mantenía presionada la tecla “Commodore”, la máquina arrancaba en el “Modo C64”, convirtiéndose en un clon casi perfecto de la máquina más exitosa de la empresa.
Cuando se encontraba funcionando en modo nativo, el ordenador podía mostrar texto en 40 u 80 columnas. El encargado de decidir en que modo se iniciaría el ordenador era el Z80, que tenia bajo su control el bus del sistema durante el arranque. A partir de si se detectaba algún cartucho en el slot de expansión, disco en la unidad de disquetes o la tecla Commodore presionada, cedía el control al otro microprocesador para que de ahí en adelante se hiciese cargo del arranque. Todo esto requería de una mayor cantidad de circuitos integrados, por lo que se diseñó una fuente de alimentación de mayor tamaño y potencia, equipada con un ventilador de refrigeración y un fusible reemplazable, que era además bastante más fiable que la del C64.
El aspecto de la Commodore C128 era similar al de la Commodore 64C, pero su carcasa era de mayor tamaño. El teclado proporcionaba cuatro teclas para el manejo del cursor, evitando el uso de “mayúsculas” para desplazarse (algo que ocurría en la C64, que solo tenía dos teclas para mover el cursor) y varias teclas adicionales -incluido un teclado numérico- que otorgaban al ordenador un aspecto más “serio”. De hecho, varias de esas teclas habían sido “importadas” del teclado del IBM PC, una máquina concebida casi exclusivamente para las aplicaciones de negocios. Las unidades de disco disponibles para los modelos anteriores de Commodore tenían una capacidad menor que las que vendía Apple o IBM, por lo que se decidió dotar al C128 de nuevas unidades de disquetes. La primera de ellas (la “1570”) tuvo una vida muy breve, pero la segunda -denominada 1571– resultó un éxito. Era bastante más rápida y fiable que la 1541 utilizada en la C64, en parte gracias a un “modo ráfaga” utilizado para transmitir los datos. Poco después apareció el modelo 1581, que utilizaba discos de 3,5 pulgadas y -al disponer de una mayor cantidad de RAM en su placa de control- permitía abrir un mayor número de ficheros al mismo tiempo.
Una buena parte de la RAM instalada era accesible por el programador que utilizaba BASIC, gracias al buen trabajo que hacia el chip MMU al conmutar los dos bancos disponibles. El código de los programas BASIC se almacenaba separado de las variables, algo que permitía aprovechar mejor la memoria disponible y facilitaba la depuración de los programas. Para ello, el BASIC permitía detener la ejecución de los programas en cualquier punto, ver el contenido de las variables, y continuar nuevamente la ejecución desde el punto en que se había detenido. La ROM de este ordenador contiene uno de los primeros “huevos de pascua” de los que tengamos noticia. Si se escribe “SYS 32800,123,45,6” (estando en “Modo C128”) se despliega una pantalla en modo 40 columnas que posee un mensaje de los desarrolladores (¡te esperamos en el foro para que nos cuentes que dice ese mensaje!). Además, el hardware y la ROM del C128 lo convirtieron en uno de los ordenadores más adecuados para correr el sistema operativo gráfico GEOS.
A fines de 1985, cuando Commodore había sorprendido al mundo presentando al increible Commodore Amiga, lanzó el modelo C128D, que separaba el CPU del teclado e incorporaba una disquetera en la misma carcasa. Este modelo, que tenia un aspecto bastante similar a un PC o a un Amiga 1000 no tuvo demasiado éxito de ventas. Un año más tarde, poco antes de abandonar la producción de la C128, se presentó la C128DCR, que era básicamente una C128D a la que se le había bajado el precio de venta. Para ese entonces Commodore gastaba prácticamente lo mismo para fabricar un Amiga 1000 que para fabricar un C128, pero este ultimo tenia un precio de mercado varios cientos de dólares más bajo. Esa situación supuso el final para el último ordenador de 8 bits de esta marca, algo que era inevitable ya que el mundo estaba entrando de lleno en la era de los 16/32 bits. Pero esa es otra historia.