Considerada por muchos un ordenador revolucionario, el Apple Lisa presentado al mundo en 1983 fue el primer computador personal disponible comercialmente en utilizar una interfaz gráfica de usuario (GUI) y un ratón. Se podía comprar por poco menos de 10 mil dólares, y con su CPU Motorola 68000 corriendo a 5 MHz equipado con un MB de memoria RAM parecía tenerlo todo para convertirse en la máquina que derrotaría al IBM PC. Sin embargo nunca logró convertirse en una máquina popular, y la “niña mimada” de Steve Jobs fue descontinuada en agosto de 1986. Extrañamente, el principal motivo de su caída fue la aparición del Apple Macintosh, un ordenador con prácticamente las mismas prestaciones pero más barato, fabricado por la misma empresa.
La breve historia de la informática personal está repleta de ordenadores y periféricos fabulosos que jamás consiguieron convertirse en éxitos comerciales. Uno de los casos más interesantes es el del modelo Lisa, de Apple. Lisa fue un ordenador impresionante, técnicamente muy superior a sus competidores, que sin embargo no logró llegar masivamente al público. En 1981 IBM había entrado de lleno al mundo de los ordenadores personales con su IBM PC, una máquina bastante grande y limitada (64KB de RAM, monitor monocromo de solo texto, microprocesador Intel de 16/8 bits, etcétera) y en pocos meses provocó una revolución. La decisión de la empresa de proporcionar a todo el mundo los detalles técnicos íntimos de su máquina permitieron a cientos de empresas desarrollar periféricos e incluso “clones” de su máquina, convirtiéndola en un éxito instantáneo.
Pero Apple, luego de haber mostrado al mundo de que era capaz de hacer al presentar el Apple II no se iba a quedar de brazos cruzados. Era hora de llevar la batalla de los ordenadores personales al ámbito de las oficinas, y si IBM disponía de una máquina destinada a ese mercado, la empresa de Cupertino tendría la suya. Con ese objetivo en mente aceleró el desarrollo del que sería el Apple Lisa, un proyecto iniciado por Apple en 1978. El resultado sería un ordenador dotado de un microprocesador Motorola 68000 de 32 bits corriendo a 5 MHz y equipado con un Megabyte de memoria RAM. Pero lo mejor de todo sería que en lugar de utilizar la ya conocida interfaz basada en texto que utilizaban los ordenadores IBM que corrían el MS-DOS de Microsoft, emplearían una interfaz gráfica de usuario (GUI) muy similar (demasiado, para el gusto de algunos) a la del Xerox Star.
Si bien Xerox había presentado un ordenador dotado de una GUI antes, los historiadores coinciden en que Lisa fue el primero en disponer de algo así de forma comercial , destinado a profesionales y empresas pequeñas. El motivo es muy simple: los pocos años que separan una de otra máquina permitieron a Apple producir un equipo más compacto, poderoso y barato que el propuesto por Xerox. El proyecto Lisa estuvo a cargo de Steve Jobs, pero en 1982 fue separado del equipo para hacerse cargo de lo que sería el Apple Macintosh. Finalmente, el Lisa fue presentado el 19 de enero de 1983. Había que desembolsar 9.995 dólares para llevarlo a casa, pero la opinión de los expertos era de que valía la pena. A la derecha de la pantalla había dos unidades de diskette de 5,25 pulgadas, a la que se referían como “la unidad Twiggy“. Podían guardar unos 871 kilobytes en cada disco, pero eran muy poco fiables. Tanto, que el modelo Lisa 2 presentado unos meses más tarde reemplazó a Twiggy por una sola unidad de diskette de 3,5 pulgadas.
Para cubrir la demanda de espacio de almacenamiento extra, Apple puso a la venta una unidad externa de disco duro – llamada “Apple Profile” con 5 MB de capacidad que en realidad había sido diseñada originalmente para el fracasado Apple III. Lisa 2 incluía de forma opcional unidades internas de disco duro de 5 ó 10 MB. El tiempo demostró que una unida de disco duro era prácticamente indispensable, y en 1984 Apple ofreció gratuitamente actualizaciones a unidades 5 MB a todos los poseedores de un Lisa. Pero lo que convertía al Lisa en algo completamente diferente era su software. Disponía de un sistema operativo multitarea cooperativo y proporcionaba a los programas que se estaban ejecutando memoria virtual. Estas dos características eran muy avanzadas para la época, y algo que los usuarios de MS-DOS no podían ni soñar con tener. Lamentablemente, la memoria virtual no se lleva especialmente bien con un subsistema de almacenamiento en disco lento, por lo que muchas veces el Lisa parecía quedarse congelado durante varios segundos.
Lisa permitía organizar los ficheros en forma jerárquica, algo prácticamente indispensable para organizar eficientemente los datos dentro de un disco duro “grande”. Dado que sería usado tanto por usuarios particulares como por empresas, tenia dos modos de funcionamiento. El primero de ellos, denominado “Lisa Office System” o Sistema de Oficina de Lisa era el que proporcionaba la GUI y siete aplicaciones de uso general. El segundo modo, denominado “Workshop” o Taller de Trabajo era el que permitía desarrollar programas y -a pesar de que utilizaba un modo gráfico- estaba basado casi enteramente en texto. Sin embargo, a pesar de todos estos adelantos el Lisa fracasó estrepitosamente. Apple nunca logró convertirlo en un producto exitoso. Por un lado, muchos usuarios se resistían a pagar casi el doble de lo que costaba una máquina de IBM. Y aunque algunas corporaciones como la NASA adoptaron rápidamente a Lisa, otras prefirieron esperar un poco o confiar en los productos de la Big Blue. Pero lo que precipitó su caída fue -irónicamente- el lanzamiento del Apple Macintosh en 1984. Dirigido también por Jobs, el Macintosh era más o menos lo mismo que el Lisa, pero más barato. Tanto se parecían (a pesar de no estar basados el uno en el otro), que el último modelo de Lisa fue lanzado con el nombre “Macintosh XL”.
Existen diversas opiniones sobre el significado de la palabra “Lisa”. Mientras que oficialmente Apple asegura que se trata del acrónimo para “Local Integrated Software Architecture” (Arquitectura de Software Integrada Localmente), muchos creen que la primera hija de Steve Jobs, nacida justamente en 1978 y llamada Lisa Jobs, fue el motivo del nombre elegido para este ordenador. Pero este no es el único mito relacionado con este ordenador que circula por internet. Aunque muchos lo consideran solo una leyenda urbana más, otros aseguran que en 1989 Apple enterró unos 2.700 ordenadores Lisa que habían quedado en stock en el desierto de Utah, y no son pocos los que han intentado hallar el mítico sitio. Dejando de lado estas curiosidades, hay que reconocer a Lisa el mérito de haber probado que un ordenador con una GUI era viable, y sentar las bases de lo que hoy utilizamos en prácticamente todos los ordenadores del mundo. Si bien Apple no inventó estas herramientas, lo cierto es que hizo mucho por popularizarlas, y eso no es poco. ¿No te parece?