«Tiene los ojos del padre», «tiene la sonrisa de la madre»… frases clásicas que hemos escuchado hasta el cansancio cerca de bebés y niños pequeños, pero a decir verdad, las similitudes son mucho más profundas de lo que imaginamos. El fotógrafo Ulric Collette decidió explorarlas a través de su proyecto «Portraits génétique», revelando la semejanza entre padres, hijos y hermanos con un nivel de detalle impresionante, y un poco escalofriante a la vez…
El proyecto lleva aproximadamente diez años en actividad, y ya posee un perfil internacional, con exposiciones en Bélgica y los Estados Unidos. El siguiente paso para Collette (de acuerdo a lo que podemos observar en su página oficial) es expandir su trabajo incorporando gente de origen asiático, nativos americanos, afroamericanos y mestizos, con edades de 15 a 75 años. Para optimizar sus resultados, los retratos siempre se limitan a la primera descendencia, o sea, padres-madres con hijos-hijas, y entre hermanos. En algunos casos, la unión de los rostros requiere un poco más de esfuerzo en la edición, pero hay otros en los que esencialmente parecen la misma persona.