Lisandro Pardo
Si hay un género que sigue ganando popularidad en YouTube, es el de las restauraciones. Lamentablemente, este interés ha provocado la aparición de muchos canales falsos, pero no es difícil encontrar a quienes hacen un trabajo legítimo. Uno de ellos es Paul Restorer, y recientemente aceptó el desafío de restaurar un cochecito Hot Wheels «Hot Rod Red Baron 6400» del año 1970, incluyendo las ruedas traseras faltantes, y una reproducción de la caja original.
El tiempo suele ser muy duro con nuestros juguetes favoritos: Plástico quebrado, madera pulverizada, metal rajado, pintura escamada, óxido en todas partes. Sin embargo, hay muchos entusiastas allá afuera que se enfrentan a ese daño acumulado, y lo eliminan de forma magistral. En algunos casos, el mercado ofrece reproducciones modernas de piezas que simplifican el proceso, mientras que en otros deben restaurar cada detalle manualmente, encontrando el equilibrio exacto entre creatividad y legitimidad. Con eso en mente, llegamos al canal de Paul Restorer, quien se especializa en cochecitos de colección. En esta oportunidad, el vehículo escogido es un Hot Wheels Red Baron de 1970.
Borrando medio siglo de daño en un Hot Wheels Red Baron de 1970
El primer paso es desarmar al cochecito, nada sencillo considerando que su base viene remachada de fábrica. Los guardabarros de la mitad superior reciben los primeros ajustes, y lo poco que quedaba de la vieja pintura se rinde ante los químicos modernos. Un pulido rápido con un cepillo blando de bronce da lugar a la fase de impresión, y a la reproducción del famoso color rojo que identifica a este cochecito.
Con la ayuda de otro modelo, Paul logró crear moldes para reproducir las ruedas correctas. Los remaches fueron eliminados en favor de tornillos, seguidos por más piezas pulidas, más pintura, y algunos detalles adhesivos. Sin embargo, Paul no se detuvo allí. Como toque final, también construyó un nuevo blister y la medalla metálica de Mattel Hot Wheels, utilizando el plástico original que acompañaba al cochecito. Sólo un ojo muy entrenado o un experto veterano en Hot Wheels podrá detectar las diferencias, pero en lo personal, creo que el resultado es fabuloso.
